martes, 5 de enero de 2016

La existencia del poder.

LA EXISTENCIA DEL PODER.
Las ilimitadas posibilidades de la imaginación humana.

La existencia es infinita. Durante la elaboración de varios proyectos desde su primera concepción, llegó un instante en el que me di cuenta de que mis conocimientos debían expandirse para dar forma real a tan ambiciosos proyectos. Tantas investigaciones, tantos libros, tantos artículos, me llevaron a un solo punto, a la construcción de una teoría que liga perfectamente el potencial humano y las posibilidades de la realidad. Inicio esta temática con una pregunta, ¿qué tan grande es la existencia? Concluyendo mis viajes, momentáneamente, por las teorías del multiverso, el libro de Urantia, el experimento Casiopea, el existencialismo, la física cuántica, la percepción mental del universo que nos rodea, y por supuesto, toneladas de cómics que hablan del asunto, obviando la supuesta conciencia prima con la que se rige este enorme ente que nos crea, nos abraza, nos consume y nos realiza, la existencia, la realidad en sí, es un espacio que continuamente crece y se expande por medio de la imaginación humana.
Cuando en alguna ocasión tuve antojo por documentales que versaban sobre el origen del mundo, y la posible existencia de seres alienígenas que influyeron en ese proceso, a mí me llamó mucho la atención las continuas lecturas que hacían de algunos pasajes de la biblia, argumentando que encontraban vestigios o señales de una especie y tecnología superior en seres como los ángeles y los demonios. La comunicación, desde sus propios inicios, se ha considerado por muchos catedráticos y estudiosos como un proceso extraordinario de la mente humana, sin embargo, con el paso del tiempo, debido a la libre percepción, con los principios de la connotación y la subjetividad, al tratar de traducir nuestro interior a la realidad, nuestra conciencia prima en grabados, imágenes, textos, figuras y demás, nos hemos topado con el malentendido, y desgraciadamente con pocos remedios. Los análisis que se hacen de contenidos mitológicos bajo diversas perspectivas lanzan a la luz muchísimos detalles que no detectamos a vistas cerradas, pero al sonar tan concluyentes, impresionantes o lógicos, nos hace percatarnos del enorme problema que metieron los pioneros de la comunicación a las futuras generaciones con tantos tratados, filosofía, e historias: ¿dónde termina lo metafórico e inicia lo verdadero?
La literatura es la evidencia magnánima de todo el conocimiento humano, ya que una vez aprendí que la literatura como tal nos une como especie, además de que en ella puedes encontrar los muchos caminos de la inquebrantable posibilidad humana. Existen certeros registros en diversas mitologías y epopeyas de todos los rincones del mundo, como los son la Biblia, el poema de la creación, Teogonía de Hesíodo, El libro de los muertos, Popol-Vuh, El Mahabarata, el Ramayana, la Ilíada y la Odisea, entre muchos otros, que nos hablan del origen del universo y las hazañas de héroes en la antigüedad, destacando conexiones no sólo entre dichas obras sino también con muchas inquietudes de la actualidad, temas que siguen haciéndonos ruido sin importar el tiempo que llevan de existir en el mundo.
Cada obra, cada creación, viene representando una perspectiva única, una traducción específica de una percepción de la realidad. No sabría decir si la razón de tantas historias surgió a través de sucesos reales y verídicos, siendo que eso como tal, ha servido de motor primario para documentales, investigaciones, películas y narraciones gráficas de diversos lugares, pero es notable el que tales momentos de la historia, reales o no, produjeran un impacto en la conciencia humana, y tales percepciones se tradujeran en mitos que reflejaran enseñanzas que siguen impactando hasta la fecha.
¿Pero por qué sucede eso?, ¿por qué seguimos percibiendo lo mismo durante tantos años en las formas más extrañas?, ¿qué es aquella presencia amorfa y adaptable que se experimenta y engloba todos los conceptos conocidos?, en diferentes partes del mundo, la han llamado de muchas formas, llámese Dios, Satán, Luz y Obscuridad, Bien y Mal, Yin y Yang, y todos los dioses de las mitologías del mundo que eran ligados a estas poderosas fuerzas de la naturaleza, siendo que tal actividad de nombramiento fue seguida incluso en las historias que surgieron consecuentemente, llamadas como La fuerza, el espectro emocional, el Ki, el Chakra, el Cosmos, el Caos, La locura, entre muchos otros nombres. El conocido ensayo “Mi origen del mundo”, realizado, diseñado y escrito por mí, versa en un pasaje sustancial, cómo llegué a bautizar ese “algo”, ese “aquello”, como un conjunto de energías vivas que se auto-imaginaron/crearon para dar paso a todas las formas de posibilidad viviente en la realidad. Sin embargo, es obvio que sin importar cuantos nombres le pongamos, seguimos sin conocer su verdadero nombre, y apenas intuir una parte de su verdadera “naturaleza”.
Tal conclusión resulta obvia, si imaginamos a un determinado grupo de personas formando un círculo alrededor de una silla; es obvio reflexionar que tal objeto será observado desde diferentes puntos, por lo tanto, no estaríamos viéndolo de la misma forma, y tal perspectiva nos significa algo distinto a cada persona, por la simple verdad de que somos distintos. Pero sigue el eterno debate sin terminar, ¿qué es esa silla y cómo se llama? Nosotros la nombramos así por necesidad, porque ligándolo a la cuestión anterior…

¿Cómo se llama aquello que ha sido llamado a lo largo de la humanidad, por mucho nombres?

Antes de que bien podamos meternos en un problema al que me gustaría definir “tipo Matrix”, acerca de que si nuestra propia conciencia y percepción humana nos limita de ver cierta verdad en la realidad, ten en cuenta que la necesidad de nombrar aquello también es porque te significa algo importante, y aunque descubrieras la verdadera naturaleza de aquello con un nombre aún desconocido para la conciencia humana, tendrías noción del primer nombre con el que lo conociste, y siendo que eso no lo hace más o menos real, si te permite una conexión específica.
Tal conexión es lo que ha permitido esa cercanía y esa traducción de la conciencia y conocimiento humano a varias creaciones tangibles y visibles de la realidad, debido que aunque no podemos bautizarlo como tal, nos envuelve, nos rodea, y nos ha permitido descubrir en nosotros mismos lo necesario para trascender como especie y como individuos.
Igualmente han permitido que autores como Joseph Campbell, Vladimir Propp, entre muchos otros, debatieran acerca de este advenimiento o amanecer de las historias en la conciencia y alma humanas, lo que me permitió a mí a su vez, el plantearme cómo la imaginación permite la fluidez de la percepción a nuevos terrenos de posibilidad, y cómo llegan afectar nuestra vida cotidiana.
¿Qué son las posibilidades? Para mí, son partes potenciales de la realidad, momentos específicos de la existencia, en fin, la materia fértil del espacio y el tiempo, que permiten la creación de vida nueva, y todo ello puede ser concebido con la mente. El ser humano ya tiene cierto control sobre sus creaciones, tanto en significado como en poder tangible dentro de la realidad inmediata, debido a la capacidad latente de traducir nuestras ideas en diversas expresiones visibles para el resto y para nosotros mismos, pero si decidiéramos ir un poco más lejos con este proceso de creación, con el respectivo conocimiento y disciplina, teorizo que podríamos llegar a la fuente misma de las ideas, al árbol de la historias, a la conciencia prima, conocerla y comprenderla, para poder expandirla a voluntad. Así, no sólo tendríamos acceso al poder de la creación, sino en aparecer posibilidades distantes en el inconsciente primordial a nuestra propia vida.
¿Cómo definir el alcance de tal poder? Sé que es una teoría totalmente radical, por no decir fantasiosa, pero viendo los avances de hoy en día, todos esos documentales y experiencias sobre personas con poderes que podrían catalogarse como “sobre humanos”, como levitación, telequinesis, la habilidad de ver espíritus, entre muchos otros, ¿cómo no imaginar el ir más lejos?, ¿cómo no concebir una existencia más grande a partir de esos testimonios?
Aunque claro, aquí tengo que definir en qué cosiste esa creencia y ese impacto que me llevó a tal teoría. En otro de mis ensayos, “Escritos del poder y la raza súper-humana”,  hago una clasificación seria y concisa sobre la definición del poder, su impulsor, y su alcance, dividiendo su uso o control en habilidad, súper-habilidad, y súper-poder, en razones de destreza y desenvolvimiento con el que el portador vaya desarrollándolos. Queda verídico que todos tenemos alguna habilidad, por muy mínima que sea, y tales dones se utilizan por motivos distintos obteniendo alcances diferentes, tales como el escribir, cantar, pintar, entre muchos otros. Las súper-habilidades, como las he acuñado, son conocidas por diferentes medios en lo largo y ancho del mundo, teniendo en cuenta que casos conocidos son pocos, y muchos menos los que son verdaderos en cuestión, o al menos, yo no me he topado con ninguno. El súper-poder, como muchos lo conocemos hoy en día, yo lo proclamo como el último escalón tanto evolutivo como mental de la especie humana, y el primero para caminos todavía más grandes, debido a cómo el ser humano tiene ese potencial de expansión perceptivo, espiritual y físico, además de las posibilidades significativas que impliquen tales descubrimientos.
Este final, me lleva desgraciadamente al inicio de mi travesía, porque tales conclusiones teóricas me llevan al emblema de mi esencia. Como dije en un principio, tales reflexiones me sobrecogieron durante la elaboración de algunas historias que aún siguen en proceso de creación, cayendo en cuenta que al tratar temáticas tan grandes, mis conocimientos y horizontes debían expandirse para hacer justicia a las palabras que pronto utilizaré para dichos proyectos. Siendo así, en resumen, la elaboración de esta teoría, el desarrollo del concepto de posibilidad y todo lo que he abarcado con ella, aunque me gustaría creerla en propósitos vivenciales, la concibo más que nada por propósitos literarios, porque esta concepción de los imposibles como simples barreras a superar, te permite manejar ideas y conceptos hacia nuevos caminos que te hacen crear cosas extraordinarias. También, debo decirlo, la única razón por la cual no tenga un propósito vivencial con la teoría, es porque no he tenido ninguna experiencia directa de ese tipo, o algún indicio en concreto que me haya enseñado nuevos pasajes de la realidad.
Sin embargo, tengo fe, y mi esencia me dicta, como todo lo que escribo, que nada es imposible. ¿Es descabellado imaginar cómo la realidad se fragmenta en posibilidades que hacen de la existencia un ente vivo e infinito? Posiblemente, pero decido que así sea, y estoy dispuesto a sorprenderme por cualquier cosa que vea en algún futuro. Sé que he tenido experiencias de todo tipo, tanto destructivas como placenteras, y todas me han hecho imaginar hacia el infinito y todo lo que conlleva…quizá sólo espero y busco algo diferente, alejado de las ya tan grandes maravillas y tenebrosidades de la raza humana, y me haga trasladar mi imaginar hacia nuevos senderos. Hasta ese momento, es divertido reflexionarlo, ¿sería posible?, quizá no…o quizá si; he ahí su belleza.

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