lunes, 21 de diciembre de 2015

THOR.


el dios del trueno


Saludos otra vez, aquí deseándoles un próspero porvenir, yo el Guardián Eterno, Maximilian de Zalce. Dedicándome de lleno en esta noble empresa, ahora traigo otro de los personajes más icónicos dentro de las filas de Marvel, nada más y nada menos que el hijo de Odín, príncipe de Asgard, y dios del trueno, el poderoso Thor. Como en proyectos pasados, aquí mostraré las dos películas realizadas hasta la fecha, en el ya distinguible antes y después dentro de la propuesta unificadora de historias. Sin más preámbulo, iniciemos con lo que nos atañe.
Proyectado por Stan Lee, Jack Kirby y Larry Lieber, basándose en la mitología nórdica, decidieron incluir al portador del martillo encantado en sus aventuras actuales. Sinceramente es un personaje al cual no le he prestado mi atención más que en caricaturas, pero le he dado su importancia debido a que es de los pocos en el universo que han podido hacerle frente al rabioso Hulk. Sus películas me son atractivas, más no les encuentro nada bastante especial, aunque esa es sólo mi opinión.
Yendo directamente a la estrenada en 2011, puedo decir que de las pocas cosas que me llamaron más la atención, fueron el conflicto que va sufriendo el personaje, y estas cuestiones acerca de la dignidad y el honor. En sus inicios el filme nos sitúa con la historia que desencadenaron los eventos que se verían a lo largo de la película, narrando cómo Odín y sus tropas estaban en guerra con los gigantes de hielo, liderados por Laufey. Aunque el combate fue brutal, terminaron gozando de una gran victoria, al haber adquirido el cofre de los viejos inviernos, la fuente de poder del ya derrotado enemigo, obteniendo la prosperidad en el reino de los dioses. Tiempo después, hace su aparición el guerrero de los relámpagos, el gran Thor, a punto de aceptar su lugar en el trono de Asgard, pero antes de que eso ocurra, se sufre la irrupción de unos gigantes de hielo que deseaban obtener el artefacto robado en dicha guerra, aunque afortunadamente, el rapto se impide. Desde este instante, se empiezan a ver las personalidades, casi opuestas, pero complementarias, tanto del protagonista con la de su hemano. Thor desea llevar la lucha con los gigantes de hielo, mostrando los evidentes signos de impulsividad que lo llevan a su próximo castigo, que es ser desterrado en el reino de los mortales, donde se encuentra con la científica Jane Foster, e incapaz de poder empuñar su arma característica, el martillo Mjolnir.


“Aquél que sea digno, recibirá el poder de Thor”, lo que nos hace preguntarnos, ¿qué es lo que hace que uno sea digno de tal poder?, ¿qué características se deben poseer para ostentar tal energía?, ¿qué es la dignidad en sí? Pues, no me atrevo a suponer en su totalidad, pero puedo decir con certeza que algo tiene que ver el con qué objetivos haces determinada acción, ya que algunos objetivos pueden truncarse, o corromperse, debido a ideas equivocadas que tienes ante determinado contexto. Thor en unos primeros instantes tenía una idea de lo que implicaba ser rey, una concepción un tanto limitada sobre imponer por medio de la fuerza, hasta que por medio de la humildad humana, pudo comprender que ser un verdadero rey implicaba más que poderío, sino tener la sabiduría de en qué utilizar ese poder. En la secuencia contra el destructor, el príncipe decide enfocarse en el deseo de proteger, tratando de reestablecer el equilibrio de ambos mundos, y re-significando todo lo que implicaba el cuidar de un reino.


En nuestra vida, desde mi verdad, considero que hay muchos momentos donde se nos pone a prueba, y nos asaltan infinidad de dudas al momento de tomar una decisión. Tal dignidad tiene que ver mucho con nuestro potencial de elegir responsabilizarnos ante determinada situación, lo cual se llega a traducir en esa confianza que nos permite compaginar las cosas de nuestro entorno.


Dando un salto de tres años más tarde, nos sorprenden con la secuela de este asgardiano titulada Thor, el mundo obscuro, donde los guerreros y guerreras de Odín están luchando incansablemente para reestablecer el orden en los nueve mundos ligados a Yggdrasil, a la par que conocemos el conflicto de Thor al vivir separado de su amada Jane, incluyendo la decisión de su padre para subirlo al trono.


Igual se comienza con la historia de una antigua guerra librada contra los llamados Elfos Obscuros, y su líder Malekith, los cuales trataron de causar una destrucción a escala universal, aprovechando la llamada alineación de los nueve mundos para liberar el Aether, un antiguo poder cósmico. Afortunadamente, tales planes fueron frustrados, y hubo paz en los reinos, hasta que llegó la amada del dios del trueno, Jane Foster, a meter sus narices con dicha fuerza, sirviendo como un recipiente andante de dicho poder.


Tratando de ayudarla, Thor la lleva a su mundo natal, pero poco después son atacados por los mismos elfos obscuros, y Frigga, la esposa de Odín, tratando de defender a Jane, muere en las manos del enemigo, causando el pesar de todos. Retomando el tema de la dignidad, aquí demuestro infaliblemente de cómo nos pueden asaltar infinidad de dudas, y ante tales confusiones, nuestros objetivos se pueden ver truncados, como el caso de Odín que quiere venganza. Pero a diferencia de este último, Thor, pensando las cosas, no dudó en tratar de hacer lo correcto, ni miedo de llevarlo a cabo, ya que no sólo se consideraba digno a sí mismo de tal empresa, si no que tomó la responsabilidad de arreglar la situación.


Luego de que la gran batalla final se libra y los buenos triunfan, se nos muestra, aparentemente, una conmovedora secuencia de padre e hijo, donde este no puede darle su bendición por las decisiones que ha tomado, pero que a pesar de ello, se siente orgulloso de que su primogénito haya tomado su propio camino. Pero desgraciadamente, su padre no era otra cosa que un holograma hecho por Loki, haciéndonos saber que no había muerto aún.

A lo largo de estas historias realizadas para dichos personajes, ha habido muchos elementos dignos de mención, tales como la narración del universo asgardiano, las caracterizaciones, la premisa de estas aventuras, momentos sublimes, la afectación que sufren los personajes a lo largo de las películas, y actuaciones destacables, resaltando sin lugar a dudas la de Tom Hiddleston como Loki. Espero hayan disfrutado de este pequeño escrito, que sin lugar a dudas yo disfruté mucho hacer. El tiempo apremia, por lo que ahora, me despido sin más que decir. Yo soy Maximilian de Zalce, el Guardián Eterno; gracias por su atención.

Ninguna de las imágenes aquí mostradas me pertenecen de ninguna manera.
Su uso es por meros motivos de ejemplificación y demostración.
Todo se hace con el objetivo de entretener y enseñar.
Por lo demás, gracias por su atención.

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