jueves, 19 de noviembre de 2015

Equilibrio y Teatro.

ORCHESTRA.
El inicio del teatro equilibrista.

“A no ser que el teatro te ennoblezca y te haga una mejor persona, deberías huir de él”

Kostantin Stanislavki.

La visión holística nos dice: “La palabra es nuestra creación y reflejo. Con ella empezamos a entender el mundo. La palabra es puente y comunicación entre nuestro ser íntimo y el circundante paisaje de seres y mundo exterior”.
Hace mucho tiempo, realicé un ensayo titulado, Oda Holística: un viaje de movimientos y posibilidades, donde hago un breve análisis de actuación sobre la película Un milagro para Lorenzo, bajo los conceptos del teatro holista y las trayectorias internas que sigue el ser humano durante la expresión vívida de este arte. Si hubo algo que se me quedó para siempre en el estudio previo que hice antes de realizar ese escrito, fueron estas palabras que cuando me siento inseguro sobre la esencia de algunos conceptos, siempre regreso a ellas:

[…] Vivimos en el tiempo de la fragmentación. Configuramos nuestra realidad individual uniendo pequeños pedazos de vida tomados de nuestras experiencias diarias. Sumamos acciones diversas e incorporamos imágenes e ideas olvidándonos, la mayoría de las veces, de establecer puntos de encuentro entre nuestras experiencias de vida […]
[…]Esta fragmentación de la realidad se afianza en pedazos de vida aislados, los cuales no permiten la incorporación de una realidad individual lo suficientemente amplia y profunda para dar salida a las cuestionantes fundamentales del ser humano […]
[…] No basta con que el artista utilice su creatividad para la resolución de problemas técnicos o de forma y contenido, es necesario que el creador transite de la creatividad a la creación […]

El teatro encapsula muchísimas cosas: energía, movimiento, voces, sensaciones, emociones, momentos, control, conciencia, tiempo, reacciones, y muchísimo más. El teatro, como toda expresión artística realizada a conciencia, es un constante hacer transformador de uno mismo, y del entorno en el que se vive, ya que los elementos que conforman esta actividad creadora, los artistas y los héroes que pertenecen a este bosque de las mil melodías, se encargan de traducir esa poderosa energía interior en representaciones ficticias de la realidad. Por ello, querido público de todos y ninguno, me dedicaré a contarles la maravillosa técnica que emplea una de las compañías más sublimes que hay en la existencia entera, y el tan maravilloso trabajo que ha logrado para todos aquellos a quienes les haya llegado uno que otro de sus bellos mensajes. Yo soy Maximilian de Zalce, el Guardián Eterno, y orgulloso miembro de este equipo, por lo que sin más, comenzaré con mis acostumbrados pensares...

La vez que la compañía leyó en su conjunto aquella obra llamada Actuar o no, escrita por Héctor Mendoza, no sólo fue la búsqueda por una definición clara sobre lo que es la actuación lo que impactó en mí ser, sino el reto abierto para todo aquel que quiera encontrar una definición todavía más certera. Es por ello, que con completa humildad, y con todo el derecho a equivocarme, he definido la actuación como reaccionar activa y equilibradamente a estímulos imaginarios. La palabra de equilibrio hizo la diferencia en mi trabajo como actor, ya que por lo que he vivido durante cada puesta en escena, haciendo una mención especial a la reciente obra “La culpa la tiene Cyrano: entre flores marchitas y lluvias aisladas”, me he dado cuenta que bajo una visión totalizada de lo que el teatro implica, el equilibrio es un proceso que se representa en varios niveles, notándose no sólo en el trabajo de producción, sino en el mismo trabajo interno del actor tanto dentro como fuera de escena.
Con especial atención al concepto antes dicho, he bautizado esta maravillosa técnica, igual con humildad y con el debido respeto, como Teatro Equilibrista, porque a mí parecer, en esta compañía se procede con un método vivo el cual se traduce en acciones funcionales no sólo dentro de escena, sino en las demás enseñanzas que imparte. Orchestra Artes Escénicas, iniciada ya hace muchos fructíferos años, ha sobresalido por sus historias, actuaciones inolvidables, y el proceso de trabajo y organización que han pulido cada vez más hasta la fecha. ¿Su mayor creación?, una promesa, un canto, y un paso hacia nuevos caminos: yo soy el director de mi propia vida. Este conjunto de palabras que es rigurosamente conocido por quienes conforman este lugar, más que una enseñanza vivencial o la premisa por excelencia de una gran historia, es una invitación directa al camino del guerrero, la decisión que hace la diferencia entre el vacío y el amor, la reafirmación constante de quién eres y qué es lo que quieres en esta vida. Los actores pertenecientes le dan especial importancia a la creación de rituales, y el ver en la mera llegada el encuentro próximo de toda esa significación, ¿cómo no impactarse de ese proceso de enseñanza que sigue todo el tiempo? Con esto quiero decir, que esta compañía profesional de teatro, presta especial atención al equilibrio de las actividades diarias, a la comunión de energía, a la unión de los objetivos que son realizados por medio de trabajo duro, disciplina, dedicación, y sobre todo, mucho disfrute.
Como ya he mencionado, este lugar que ha atravesado por múltiples ambientes, ha demostrado cómo la actuación no sólo es un proceso que trasciende en representaciones teatrales, sino en la vida misma, tanto para quien decide prestar su cuerpo a la ficción y proyectar el mensaje, como quien se presta igualmente para recibirlo; ¿a qué me lleva esto?, pues a una sola pregunta… ¿Cómo definiría equilibrio? Híjole, definiciones hay muchas, pero la más sencilla por el asunto que nos ocupa, sería el proceso que se realiza a conciencia con el objetivo de que los elementos tanto internos como externos, compaginen, y por ende, funcionen; en el teatro no hay buenos ni malos, sólo un funciona, o un no funciona. Orchestra, y todos los que la conforman, son capaces de crear este ambiente de vulnerabilidad, porque sus actores son capaces de equilibrar todos los elementos tanto en la fase de construcción como de interpretación; ¿en qué se concentra un actor a entrar en escena?, luces, manejo de espacios, vestuario, potencia en la voz, entre muchas otras cosas, que siguen siendo elementos que se integran al mismo proceso de equilibrio. E insisto, una vez terminada la obra, al haber ocurrido el último aplauso, el proceso no es dejado en saco roto, porque sigue, se transforma, los actores aprenden, lo cual se va integrando a su técnica, como a todo aquello que lo conforma como un ser humano.
Producción, actuación, dirección, creación del libreto, interpretación, construcción, y proyección, todas estas antes mencionadas son partes excelsas que conforman un todo, una sola esencia, y sin lugar a dudas, un gran equipo de trabajo que permite la transmisión del mensaje, que sea el público que sea, fácil o difícil, mientras uno o dos se hayan quedado con él, he ahí el verdadero triunfo. Esperemos seguir viendo más de esta maravillosa familia de artistas, (que yo seré uno de los primeros en saber, ya que yo pertenezco ahí, sólo como dato), y que nos sigan asombrando con todas las melodías que se permitan crear. Me siento muy feliz al haber escrito algo del lugar donde he tenido mis verdaderos triunfos, y que me ha enseñado a conocerme a mí mismo (¡y vaya que así es!). Yo soy Maximilian de Zalce, orgulloso miembros de Orchestras Artes Escénicas; gracias por su atención.

El símbolo utilizado al principio de esta publicación no me pertenece de ninguna manera.
El símbolo es completa y absoluta propiedad de la compañía ya antes citada.
Su utilización, es con el único objetivo de presentar y narrar mi teoría.
Sin más que decir, gracias por su atención.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Con gran placer leeré cualquier comentario y crítica. Agradezco tu tiempo.