SPAWN.
“Ser superhéroe es demostrar que todos son superhéroes”.
¿Qué es un superhéroe para mí?
En mis inicios, no hubiera podido dar con una respuesta clara, al haber sido
maravillado por las extraordinarias andanzas de diversos personajes que conformaron
mi infancia. Ser superhéroe, el llevarlo a la acción realmente, implica muchos
otros conceptos como justicia, bondad, poder y sabiduría. Años después, aparte
de darme cuenta de que ser superhéroe englobaba conceptos ilimitados mucho más
allá de los terrenos de la imaginación, siendo utilizados algunos
verdaderamente llegado el momento, supe que entre todos los que encontré uno
destacaba dentro de mi mente en días de obscuridad. Aquellas tinieblas se
volvieron más tenues con colores carmesí, el día que me crucé con uno de los
seres más simbólicos en el universo del cómic.
El día que me crucé con este
personaje, fue en realidad por mera casualidad, cuando descargaba diversos
cómics por internet. Una primera lectura del primer número de este personaje,
me hizo quedarme con las ganas de leer más; una segunda lectura bastó para
sentirme bombardeado por tantos símbolos y figuras que se manejaban dentro del
estilo del cómic; una tercera lectura, bastó para que pudiera darme cuenta de
que aquello que tanto definía a un superhéroe, era la propia elección, la cual
podría llevarlo tanto a la creación…como a la destrucción. Aunque claro, para
este personaje, ambas cosas, iban de la mano.
Saludos nuevamente a mi público
de todos y ninguno. En esta ocasión, vengo acompañado de un gran personaje; una
gran inspiración mía como podrán notar todos aquellos que ven la cabecera de mi
blog, además de un ser que me enseñó lo importante de enfrentar tus propias
elecciones. Les estoy hablando de nada más y nada menos que Spawn. Sería más
sencillo mostrarles directamente el tema central de este escrito, pero como se
trata de un personaje muy especial para mí, además de que tengo muchas ganas de
escribir, comenzaré contando un poco la historia del personaje, poderes,
habilidades y conflictos, para que se den una idea de la importancia simbólica
que tiene este ser, dentro de la figura del ser humano.
¿Quién es Spawn? A muy grandes
rasgos, nuestro protagonista se llama en realidad Al Simmons, un agente
entrenado de la CIA del gobierno estadounidense, todo un héroe de guerra y
asesino profesional, hasta que fue traicionado por sus superiores en un plan
con las fuerzas demoníacas para entregar su alma a los abismos del infierno,
donde tendría que vérselas con Malebolgia, el amo del octavo círculo del
infierno, lo cual es inspirado obviamente en la Divina Comedia, siendo llamado
el octavo círculo del infierno como Malebolge,
donde descansan los fraudulentos, los que traman engaños, y en esta
historia se hace honor total a ese detalle al proponerle un trato a Simmons: su
alma, a cambio de volver a ver a su esposa. El soldado obviamente acepta, a lo
que con una risa siniestra, empieza la interminable cruzada de dolor de Al, y
su búsqueda de libertad como un Hellspawn, un demonio creado con necroplasma
infernal con un solo propósito: completar su entrenamiento y volverse el
general de las hordas infernales en el próximo Armagedón. El demonio cumplió su
trato…a medias, enviando nuevamente a Al Simmons a la tierra, como un demonio,
y cinco años después de su muerte, sólo para encontrarse que su esposa Wanda se
había casado con su mejor amigo, Terry, formando una familia al haber concebido
una hija llamada Cyan. Ahora Spawn tendría que lidiar con los enemigos de su
actual estado, los misterios de su amor perdido, y la lucha por encontrar la
verdadera libertad.
Spawn nació del genio de un
artista y dibujante independiente llamado Todd McFarlane; él, junto a varios
allegados, crearon la distinguida editorial Image Cómics, donde los artistas
podían publicar sus creaciones sin necesidad de ceder derechos de autor, y fue
esa la particularidad donde le permitió al ya mencionado creador, retomar al
personaje de su infancia, para volverlo un verdadero emblema dentro de las
historia de los cómics.
Realmente no puedo decir algo
que me impactara en particular, ya que todo lo que había en ese cómic, impactó
en mí: la historia, los personajes, la crítica, los símbolos, los diálogos, las
ilustraciones, todo en sí, y me tomaré un momento para irme con cada uno. El
tema de por sí, es increíble, y cómo se van entrelazando las circunstancias de
cada personaje en una historia inolvidable, ya que más allá de mostrar a un
típico antihéroe, vemos el camino de un hombre en búsqueda de sí mismo, en
busca de ese tan anhelado equilibrio a través de un trayecto tortuoso sólo para
encontrar la redención. Esta historia ha proliferado a muchos personajes
destacables, tanto aliados como enemigos, cada uno mostrando un rasgo
distintivo que lo hace único, y por lo mismo, simboliza algo dentro de la
narrativa. Un detalle singular por el que destaca este cómic, es que más allá
de lo que muchos podrían pensar, no critica una cosa: ¡critica todo!, desde la
religión y sus cuestiones de adoración, hasta el sistema gubernamental de un
país y sus métodos de dominación; eso sí, y he lo llegué a notar pasado el
tiempo, es que este autor, por lo que me transmite la historia, tiene la figura
del ser humano como la creatura más transcendental de todas, ya que una sola
decisión basta para llevarlo, como he dicho antes, tanto a la creación, como a
la destrucción, incluyendo por supuesto la complejidad en la que tanto las dos
anteriores se entremezclan en determinadas situaciones. Tal crítica se ve
presentada por increíbles ilustraciones, donde se exageran los rasgos de toda
cosa hasta el punto de hacerla parecer grotesca, ya que uno al leer el cómic
nunca sabe qué mundo es peor, si el infierno, la tierra, el purgatorio, el
cielo, entre otros, porque todos tienen algo así, un aspecto obscurecido
encerrado en su naturaleza, además cabe destacar que tales mundos, unos más que
otros, son el reflejo mismo del interior de sus habitantes.
Notando que este cómic es de gran contenido, pasaré a
mostrarles los siete momentos más extraordinarios del cómic de Spawn. ¿Con qué
criterio? Pues principalmente qué momentos fueron más impactantes para mí, por
lo que más allá de la objetividad y análisis de tales, tendrá mucho más de
carácter subjetivo. Cabe señalar que utilizaré sólo momentos utilizados en el
arco argumental principal de la historia, por lo que diversos especiales
aunados a la historia original no serán tomados en cuenta (y miren que “La
maldición de Spawn”, tiene sus méritos) Así que sin más, comienzo.
NÚMERO 7. La prisión de los héroes.
Ubicado en el número 10 del
argumento central, con una historia titulada “Más allá”, creada por Todd
McFarlane, Dave Sim, entre otros, nos habla de cómo nuestro protagonista
aterriza en un extraño mundo donde sufre una especie de fragmentación, donde su
personalidad se divide en el Spawn actual, y la otra en el Spawn todo poderoso
que controla su poder.
La personalidad de él, que dice
“no ser Spawn”, y tiene control absoluto de sus poderes, se tele-transporta a
una zona del infierno, el nivel siete para ser preciso, llamado Érebus. Al
entrar a esa zona, se encuentra con una hilera de hombres atados y rostros
cubiertos, sufriendo y llorando en silencio, dirigiéndose a unas terribles
llamas.
Pasando eso, nos encontramos con
uno de los momentos memorables de este cómic, donde Spawn se encuentra frente a
frente con una gama de brazos pertenecientes a varios superhéroes y
supervillanos de la industria DC y Marvel, que sobresalen por los barrotes de
una enorme y reforzada celda, todos implorando ayuda mientras también susurran
“injusticia”.
Este Spawn intenta salvarlos,
pero aunque tenga control total de su poder, es completamente inútil; en eso,
un emblemático héroe le habla, “aquél-que-nació-primero”, quien no es otro que
el legendario Superman, dispuesto como los otros héroes a prestarle todo su poder,
multiplicando la de por si impresionante fuerza del engendro, lanzando un
ataque descomunal a la celda…que al final no curte efecto. Seguidamente, el
demonio Violator, siervo de Malebolgia, entrenador de los Hellspawn a través de
los milenios, y jurado rival de nuestro protagonista, hace su aparición como
una parodia grotesca de la dama justicia, sosteniendo una balanza donde por un
lado está todo el dinero del mundo, y en el otro extremo un magullado y negro
corazón.
Eso termina y se ve a Spawn en otra parte de esa dimensión,
encontrándose, sorprendentemente, a Cerebus, el oso hormiguero antropomórfico,
creado por David Sim, defensor del principio de auto-edición. Después de
intercambiar unas palabras, Cerebus lleva a Spawn a su casa, que no es otra que
una enorme mansión, donde le dice que está casado con una mujer llamada
“Wanda”, y con ella tiene una hija, a lo que nuestro engendro se conmueve hasta
el punto de las lágrimas. El cómic concluye diciéndole a Spawn que su creador
no lo ha vendido, sino que sigue con él, referencia directa a McFarlane. El oso
hormiguero se va, y se ve cómo Spawn recibe a su mujer cargando a su hija en
brazos, diciendo que tuvo un buen día.
La primera vez que vi esta historia me quedé con el
sentimiento de qué carajos acabo de leer, pero años después, al investigar un
poco más acerca del autor y la editorial, pude darme cuenta de que había un
significado muy grande ahí. Esta historia, ajena a las circunstancias de tanto
Spawn como Cerberus, denota de manera cruda el sistema de las editoriales
estadounidenses, y la épica tenacidad que tuvo Todd McFarlane para crear Image
Cómics, y llevarlo a la cima con un personaje que estuvo creando desde hace mucho
tiempo. La hilera de hombres atados y encapuchados representa a todos esos
creadores despojados de sus creaciones por los intereses privados de las
editoriales estadounidenses; la primera vez que medio me enteré de esto, tuve
que hacer lo que pocos amantes de los cómics hacen: investigar los nombres que
aparecen en tus portadas favoritas. Poco a poco fui dándome cuenta de que
existe un rollo muy fuerte con todo eso de los derechos de autor por cada
personaje, y cómo en más de una ocasión, ha habido problemas legales en cuanto
a la pertenencia de tal o cual personaje. No es de extrañar que poco después se
muestre al hombre de acero, ya que los creadores de este superhéroe, perdieron
por un tiempo todo derecho sobre el personaje, o eso tengo entendido; esto
representa el cómo Spawn, aun con todo el poder obtenido de los héroes, no pudo
liberarlos de su encarcelamiento, ya que sin importar la inspiración y detalles
del personaje, este era completamente dependiente de las decisiones de un
editor; cosa que mandó a volar Todd McFarlane, al crear una editorial
independiente, donde cada quien era responsable de sus creaciones, ya que eran
sus corazones puestos en tintas. Tal como se ve en la ilustración de Violator,
esta es una batalla encarnizada entre los que crean con el corazón, y los que
se apropian de esas creaciones para obtener dinero. Finalmente, el autor
resalta ese vínculo que tenemos con nuestras creaciones, porque no sólo son
parte de nosotros mismos: son nosotros mismos.
NÚMERO 6. Amor y odio.
Ubicado en el número 51, la
historia titulada como “Caída libre”, nos muestra a Spawn en una zona del
infierno totalmente en blanco, donde se encuentra con un extraño ser que decide
encapsularlo en un interesante debate acerca de sus motivaciones del trato con
Malebolgia, las verdaderas razones por las que fue escogido, y lo que implica
llevar el manto infernal con un único objetivo: privar a Al de sus sentimiento
mundanos, y prepararlo para el siguiente nivel.
Una de las cosas que más me
gustó de este número, es que se ve más a detalle al infierno como un plano del
entendimiento controlado directamente por la percepción tanto consciente como
inconsciente de la mente; es decir, cada quien crea su propio infierno. Si lo
único que puede llegar a limitar la percepción de algo es la imaginación,
entonces el infierno puede tener millones de facetas y lugares distintos,
destinados a fabricar nuevos horrores en el individuo. En este caso, no es de
extrañar que Al se vea como una bolsa de contradicciones al momento de decir
que hizo el trato con Malebolgia para volver a ver a Wanda. Es cierto que este
engendro volvió de la muerte sólo por amor, sin embargo, las razones que lo
llevaron a portar el manto de Hellspawn, son mucho más variadas, porque si bien
vemos a Simmons capaz de los actos más tiernos, como fingir que había olvidado
el aniversario con su esposa sólo para darle una mejor sorpresa al final,
también vemos cómo es capaz de matar a una multitud de personas a sangre fría.
Como todo buen solado, el seguía
órdenes, sin realmente cuestionarse de las repercusiones directas que
acarrearía cada acción, sólo por seguir un motivo todavía más grande, una causa
pues. ¿Ven lo difícil que es esto?, este número realmente me hizo cuestionarme
cosas como: ¿es válido matar a alguien?, ¿eres tú o la causa, lo que hace
válido una acción?, ¿hay momentos donde no hay opción, o si realmente existe
una opción?, ¿cuántas y qué personas pueden contar con esa opción?, ¿bajo qué
circunstancias un ser puede llegar a matar…por una causa tan noble como
proteger a sus seres queridos? Es agobiante, y no sé si dar una respuesta
directa porque yo nunca me he visto enfrentado a ese tipo de situación, pero si
no enfrento esta pregunta ahora, creo que será más difícil en el futuro. Lo que
yo podría responder ante esto, es que para mí no es válido matar hasta cierto
punto, porque si bien siempre existe opción, no ha todos se les puede llegar a
presentar esas otras opciones; cada quien va a considerar sus decisiones tan
válidas como quieran, porque son sus decisiones. Pero en cuanto a Al,
¿realmente eran sus decisiones? En parte si, pero tengamos en cuenta de que
aunque lo hacía por una causa mayor de protección, seguía órdenes de alguien
más, por lo que no era totalmente libre. Súmenle eso a que una acción es una
acción, y ahora Al está tomando las consecuencias de cada acción en vida, y eso
sólo le provoca ira y odio, porque ese mismo sufrimiento no le permite regresar
a su antigua vida. ¿Hasta dónde terminará ese sufrimiento?
En la conclusión de este número, el ente demoniaco le quita
físicamente el corazón a Al Simmons, enviándolo al próximo nivel del infierno;
privado de él, ¿qué elegirá Spawn?, ¿el odio o el amor?, ¿libertad o
sufrimiento? Lo veremos más adelante.
NÚMERO 5. Enfrentamiento con Redeemer.
En el número 17, con la historia
titulada “reflejos”, hace su aparición uno de los rivales del engendro, que si
no es el más poderoso, es uno de lo que más prevalecen, y hace honor al título
de la historia. Originalmente llamado “Anti-Spawn”, es un ser creado por las
huestes celestiales, donde utilizando a un huésped, se convierte en un ser
capaz de rivalizar con el poder de un Hellspawn.
Este personaje hace su gran
entrada en un momento de la historia, donde Al Simmons, aparte de seguir
descubriendo partes de su pasado, también funge como una especie de justiciero
para las personas indigentes en el complejo de callejones en la ciudad conocida
como Rat City. Este Anti-Spawn, o Redeemer como se le conocería posteriormente,
fue una respuesta dada por el cielo ante la creciente amenaza que representaba
el engendro en el plan maestro de Dios, y por ello, optaron por fabricar un
traje de características simbióticas parecido al de Spawn, dándoselo a alguien
que le daría un buen uso en cuanto a propósitos de batallas; por eso, el primer
portador del traje celestial es Jason Wynn, quien dio la orden de matar a Al
Simmons cuando estaba en vida. Finalmente, el traje se acopla a su anfitrión,
creando a un sorprendente guerrero, con un poder de tal magnitud, que dejó a
Spawn mordiendo el polvo en un primer encuentro.
Al se ve rápidamente superado
por la creatura celestial, y ésta está dispuesta a dar el último golpe; es en
ese momento cuando un vagabundo, quien observaba la pelea asombrado, empieza a
recordar sus tiempos en la guerra, donde por acobardarse, sus compañeros
terminan asesinados por el enemigo. “Tienes que cuidar de tus camaradas”, esa
era su regla principal, por lo que toma valor para intervenir en la lucha,
golpeando a Redeemer con un tubo de metal, impidiendo que lance tiro de gracia.
Redeemer se enfurece dispuesto a aniquilar al sujeto, y es
en ese momento cuando los demás vagabundos que alguna vez fueron protegidos por
Spawn, deciden interceder por sus amigos; cuando Redeemer se dispone a
despachar al resto, es detenido por Al, siendo la primera vez que lucha con un
ser celestial no por violencia ni deseos de asesinar, sino por el mero hecho de
proteger a la gente que dio la cara por él.
NÚMERO 4. Ser superhéroe.
En este número 41, McFarlane nos
trae una historia conocida como “El Fan”, donde Spawn se encuentra con un
jovencito que quiere ser superhéroe cuando sea grande. Algo hermoso si me lo
preguntan. Después de que Al escapara de una trampa hecha por La Maldición,
otro de sus tantos enemigos, éste termina exhausto y escondido en una cabaña,
que es precisamente donde Pat, un jovencito aficionado a los cómics, escapa de
unos bravucones; el encuentro inicia violentamente, ya que el traje de Spawn
detecta una presencia, pero al ver que es un niño, este se vuelve a calmar.
Aunque es un momento muy pequeño
dentro de este número, aquí se realiza una agradable conversación donde se ve a
un chico ilusionado por haber conocido finalmente a un verdadero superhéroe,
cosa que Al niega rotundamente. El chico no para de hablar de personajes conocidos
como Hulk, Los Vengadores, Spider-man, entre muchos otro, llegando a mencionar
incluso a Image Comics. Una vez que Pat le revela su ilusión más preciada, la
conversación se torna más profunda cuando el chico se pregunta cómo ser de los
buenos, a lo que Spawn contesta con una de sus frases más singulares, y que
podrán conocer todos aquellos que vean la cabecera de este blog: “Ser un héroe no es traer capa y disfraz. Es
actuar y cómo escoges hacerlo”, concluyendo que la verdadera fuerza no
reside en los músculos, sino en defender aquello por lo que luchas.
NÚMERO 3. Enfrentamiento con uno mismo.
En el número 80, la historia
“fin del juego + abdicación”, versa la depresión por la que está pasando Spawn
al verse cada vez más derrotado por la adversidad, sintiendo que por su mera
existencia, está trayendo sufrimiento y desgracia a todos aquellos con los que
se cruza. Es por ello que recibe una visita muy particular…de sí mismo.
Así es, recibe una visita de
nada más y nada menos que del fuerte soldado, asesino y héroe de guerra, Al
Simmons; al verlo Spawn se exalta, pensando en primer lugar que se trata de una
jugarreta del infierno, pero él le dice que no existe tal truco, ya que no
necesita ninguno para despachar al saco lleno de culpas que tiene frente a sus
ojos. Con el reto lanzado, le pide que lo siga hacia un cementerio muy conocido
para ambos, donde está enterrado su verdadero cuerpo; ya ahí, se enfrascan en
una mortífera lucha, donde por las dudas de Spawn, Al logra dejarlo
momentáneamente en el suelo, diciéndole que es imposible que Spawn sea él, ya
que en vida, era un hombre orgulloso, un hombre de acción, incapaz de rendirse,
siempre encontrando la manera de ganarle al enemigo. Con renovadas fuerzas,
Spawn prosigue el combate, preguntando qué podría hacer para su actual
situación, a lo que Al responde que debe tomar una decisión, la que sea,
excepto darse por vencido. Pero para tomar la decisión, debe dejar atrás toda
esa culpa y ese enojo que sólo sirve para retenerlo, a lo que Spawn piensa y
sólo queda una cosa que no puede olvidar: Wanda.
Spawn le responde que no puede
olvidarla, a lo que Al le dice que no es a él a quien extraña, no al monstruo,
sino al recuerdo de su marido, o sea el auténtico Al Simmons. Ante ese
comentario, Spawn se enfurece y se lanza a la carga contra su otro yo, lo que
equivale a un enfrentamiento con el pasado, enfrentamiento con esa parte
tortuosa de su vida que no puede dejar atrás, pero que si se sigue concibiendo
como la persona que era, y no como algo más grande, jamás podrá salir de esta
guerra sin sentido, siguiendo en el papel de un peón más.
La lucha llega a tal punto que Spawn
va dando golpes mortales contra su otra parte, a tal punto de dejarlo
moribundo. El engendro no quiere asesinarlo, pero ambos saben que es la única
forma de dejar el pasado atrás, por lo que termina de destrozar la cabeza de su
alter-ego, y así liberarse de esa tortuosa humanidad que le impedía tomar una decisión
clara. Finalmente la lucha le permitió recordarle quién era él realmente, por
lo que después del combate se ve la imagen de Al Simmons uniformado,
despidiendo a Spawn con un saludo militar.
Spawn decide no ser más un peón
del infierno, ya no seguir más los consejos de sus allegados y maestros, y
tomar las riendas del asunto. Su yo del pasado le dijo que podría tomar un
bando, o en todo caso abandonar, a lo que el engendro hizo más caso.
Furiosamente, encendiendo su poder demoniaco, opta por abandonar la guerra, y
no formar más parte de juegos estúpidos entre Dios y Satán.
Lo épico de este momento, es el poder de tomar una decisión
consciente, porque cuando elegimos con una perspectiva más allá de lo evidente,
eso nos puede llevar muy lejos, más lejos de lo que alguna vez creímos llegar.
NÚMERO 2. Libertad.
Vimos cómo anteriormente, Spawn
dejó atrás la guerra entre el cielo y el infierno, tomando la decisión de que
ya no formaría parte de esta lucha sin sentido; por lo que él, decidió
proclamarse como una tercera fuerza que protege a los inocentes y castiga a los
malvados. Pues bien, eso se hace inmediatamente en el número 82, en “Épocas de
cambio”, donde una pequeña niña tiene que sufrir un constante ciclo de dolor a
causa de un padre alcohólico y violento, cuya historia inicia precisamente en
cómo éste castiga a su hija hasta que termine de ver sus programas de lucha,
donde después se dispondrá a darle una “lección de disciplina”. La pequeña Mary
se le ve muy asustada al saber lo que le espera, sin embargo, ella es
consciente de que no está sola, al ver a través de su ventana al hombre de la capa roja, es decir,
Spawn.
Conforme el tiempo avanza, y la
niña va recordando el cómo terminó en esa situación, simultáneamente grandes
poderes se están reuniendo en el mismo lugar, ya que la reciente actividad que
ha hecho el engendro a lo largo del globo, ha llamado la atención tanto del
cielo como del infierno, llamando a una embajadora celestial, un representante
del infierno, y a Cogliostro. Hago aquí una mención especial a Cogliostro ya
que no lo había hecho hasta el momento; resulta que este individuo alguna vez
fue conocido como un Hellspawn, pero utilizando magia y poder antiguo, logró
librarse de su traje simbiótico, pero no logró zafarse de la maldición, por lo
que tanto cielo como infierno no pueden reclamarlo; de esa forma, se dio a la
tarea de ir buscando a los elegidos por la maldición del manto a través de la
eras, con el objetivo de entrenarlos, instruirles, y ver si alguno podría
liberarse de la maldición de una vez por todas. Tales personajes están reunidos
para discutir qué hacer con el engendro, a lo que Cogliostro suele mostrar
cierta ironía, al referirse a Dios y Satán como un par de niños que han perdido
su pelota de juegos, cosa que igualmente lo alegra porque el sentía que ya era
hora de que alguien marcara la diferencia.
Casi llegada la hora del
castigo, el padre empieza a escuchar sonidos extraños en su casa; se enfurece
al creer que es la niña al haber salido de su cuarto, pero su sorpresa es aún
mayor al encontrarse al mismísimo engendro de frente. En una primera reacción,
el sujeto se atemoriza de ver a Spawn, tratando de persuadirlo de que se lleve
su dinero, cosa a la que Al no responde. Después de un momento, el señor
empieza a balbucear que él no pretendía hacerle algo malo a la niña, sólo
quería darle una “lección de disciplina”. Aquí es donde existe un desenlace
interesante, ya que hay un momento donde se ve el reflejo del padre en los ojos
del Spawn, todavía haciéndole la desesperada declaración: “Me crees, ¿verdad?”. ¿Qué fue lo que vio Spawn en este tipo para
que lo impulsara a matarlo?
Uno pensaría, por números anteriores, que Simmons, al haber
tomado la decisión de dejar la guerra de lado, y actuar por mente propia,
significaría alejarse de este camino de sangre y violencia. Lo volví a pensar,
y es que la cosa es totalmente opuesta. Ya vimos con anterioridad cómo Spawn se
enfrentaba a sí mismo, los restos de su humanidad, la parte de Al que aún vivía
en él; la razón de este enfrentamiento era llevar al protagonista a abandonar
toda duda, y tomar por fin una decisión que marcaría la diferencia, pero esa
duda era directamente nacida de su amor por Wanda; si realmente volvió por
amor, la duda venía de cómo recuperarlo. Su humanidad le dijo a Spawn que ya no
podría recuperar esa parte de su vida, ya que Wanda recordaba a Al Simmons,
mientras que al engendro no lo veía más que un monstruo; tenía que aceptarlo y
prepararse para las futuras batallas que le aguardaban. El hecho de matar a su
reflejo, implica un abandono de esa misma humanidad, abandonar esos principios,
y cómo Al ya no se reconocía como un ser humano, sino como algo más, como
Spawn; de esa forma, ya no tenía el más mínimo escrúpulo para matar,
encontrando asco en los actos “malvados” de las personas, creyendo que con eso
haría mayor bien, pero recuerden estas preguntas: ¿es válido matar por una
causa justa?, ¿no es en esencia lo mismo que hacía en vida? Más allá de salvar
a un inocente, nuestro querido amigo tendrá que seguir aprendiendo para poder
alcanzar el equilibrio, porque aunque una sincera sonrisa es el resultado
deseado, Spawn aún no tiene la fórmula exacta, la que verdaderamente necesita,
ya que no se trata de olvidar tus decisiones e ignorar las consecuencias, sino
aceptar cada momento de tu vida como parte de ti. Eso es algo que sólo
aprenderá más adelante.
NÚMERO 1. El final del hombre triste.
Hacemos un salto gigantesco
hacia el tercer volumen de la historia, precisamente en el número 184, titulado
“El fin”, donde tendré que contarles varios detalles para dar a entender la
importancia de este momento.
Hay tres eventos importantísimos
en la historia central de Spawn, que tendrán que conocer para comprender a
detalle lo que sucederá al final. Lo primero: Spawn mató a Malebolgia. Así es,
el engendro infernal, en el número 100 del volumen uno, “Piedra Miliar”, Al
Simmons, después de haber derrotado a una entidad conocida como Urizen, se
dirige al infierno para tener su encuentro final con su llamado creador; una
pelea donde Spawn destruiría o tendría que ser destruido. Después de una
encarnizada batalla, y el sacrificio de una guerrera celestial llamada Ángela,
el engendro logra decapitar al maestro del octavo círculo, creyéndose libre de
la maldición. Es en este número donde se da la introducción de Lord Mammon, un
ángel caído, y el enemigo jurado de Spawn en el segundo volumen, ya que éste
encontraría la forma de controlar al engendro y su supuesto gran poder. Pero la
única forma de hacer eso posible, sería desatando el Armagedón en la tierra.
El segundo momento: el Apocalipsis.
Para ello, Mammon necesitaría de dos seres en específico: Dios y Satán. Pero
existe el problema de ambos están desaparecidos, reencarnados en los nuevos
hijos de Wanda y Terry, por obra de una entidad conocida como “La madre de los
milagros”, la creadora de éste y muchos universos más. En el número 158 del
segundo volumen, se cuenta la historia de que tal entidad es la madre de Dios y
Satán, y que les dio este planeta con el objetivo de crear algo único, pero con
el tiempo, ambos hermanos empezaron a luchar entre sí, y para satisfacer su
hambre de guerra, necesitaban algo más que demonios y ángeles; por eso crearon
al ser humano. Con la capacidad de elección, los seres humanos podrían llegar
fácilmente a la devastación de sus enemigos, por lo que durante mucho tiempo,
ambos se fueron preparando con el paso del tiempo. A la madre de los milagros
no le pareció esto, así que puso a ambos dioses en un estado embrionario, para
posteriormente reencarnarlos como ya antes había dicho, creyendo que el calor y
afecto de una familia los haría cambiar; cosa que nunca sucedió.
El Armagedón se desató y la
única forma de enfrentar a Dios y Satán, es que Spawn comiera del árbol del
conocimiento que existe en el edén, y para ello, tendría que derrotar a los
discípulos de Jesucristo, que más allá de lo que nos mostró Leonardo Da Vinci,
nos cuenta que la madre de los milagros se acercó a los humanos tomando la
forma de Jesucristo, y sus discípulos ya en el edén, no eran otra cosa que
poderosos ángeles guardianes. Al luchó duramente con todos ellos, pero tenía el
tiempo contado ya que desde que empezó a ser un Spawn, se le asignó un contador
de poder, que si llegaba a cero, moriría regresando al infierno por no cumplir
con su entrenamiento. Spawn no fue capaz de derrotar a todos los discípulos,
dejando a uno con vida por órdenes de la hija de Wanda, llamada Cyan, a lo que
el ángel guardián le propina una poderosa descarga mientras su contador llega a
cero.
Madre, reconociendo la valentía
del engendro, toma uno de los frutos del gran árbol, explicando que Dios temía
que el hombre comiera de esta fruta, ya que podrían llegar a ser igual a él.
Después de que Al recibe unas pequeñas gotas de la fruta, se le da un nuevo
cuerpo, transformándose en el legendario Glorius
Spawn. El renovado ser llega al campo de batalla, enfrentándose a las
hordas tanto infernales como celestiales, a tal magnitud, que termina
eliminando no sólo a ambos ejércitos, sino que los pocos restos de la raza
humana, siendo ésta la única forma de salvarla. Sólo quedan en pie Dios y
Satán, quienes a pesar de tener un poder menor al de Spawn, lo eliminan
rápidamente, pero sólo es una jugarreta de la madre de los milagros para
encerrarlos en su propia dimensión de lucha eterna. Con el poder que consiguió Al,
logra restaurar a toda la humanidad, y una vez selladas las puertas del cielo y
el infierno a la tierra, Spawn rechaza todo nuevo poder, con el único deseo de
volver a casa…pero lo peor está aún por venir.
El tercer y momento final, es la
terrible verdad que Al ha estado encerrando en su interior, un recuerdo que
Malebolgia suprimió el día en que obtuvo a su nuevo engendro, y que por
desgracia, olvidó colocar nuevamente en su lugar. Resulta que Al y Wanda si
iban a tener un hijo, lo que implicaría una nueva faceta en la vida de Simmons,
el tener que dejar su trabajo como asesino, y dedicarse a ser un padre de
familia; cosa que el propio Al temía. Él se mostró reacio a dejar su trabajo
como asesino, ya que según él, no existía nadie mejor para hacer lo que él
hacía; amaba a su esposa, pero no quería traer un niño a un mundo el cual aún
no terminaba de poner seguro para Wanda, lo que era una causa noble, pero
exagerada ya que parecía no querer dejar su “único propósito en la vida”. Por
lo que, sin el menor remordimiento, golpeó a su esposa en el vientre, con la
intención de matar al niño…
Es en este momento donde se
desentrañan los detalles del verdadero final que deseo contarles. Lord Mammon,
es uno de los mayores responsables de que Al tenga el manto de Hellspawn, ya
que él tenía la profecía, y la certeza, de que algún día aparecería un Spawn
más fuerte que el resto, por lo que quería controlar su poder para hacerse de
toda la creación. Haciendo un plan con el simbionte infernal de Hellspawn, le
prometió que le daría al ser definitivo, aquel que llevaría sus capacidades al
límite. Esto fue posible por las maquinaciones del ángel caído en la familia
tanto de Wanda como de Simmons, generaciones antes. El hizo que naciera Wanda,
el hizo que naciera Al, además el hizo que ambos se unieran para tener a un
hijo. Es aquí donde se sabe que él provocó que Al golpeara a su esposa con la
intención de hacerle creer que perdieron al niño, resultando que Mammon lo
tomaría, y la criaría junto a una extraña y poderosa raza de vampiros, sólo
para hacerla crecer en toda su plenitud. Exacto, no es error ortográfico,
porque “hacerla” crecer, se refiere a ella, así es, una mujer, una hija, con el
nombre de Morana. Ella tomaría el manto de Hellspawn, volviéndose el ser más
poderoso de todos. Puede resultar algo sexista el que todos los Spawn de la
historia fueran hombres malvados, y resulte ser una mujer quien porte el manto
para volver el más poderoso de todos los Spawn; yo creo que más tiene que ver
con un símbolo del complemento natural del hombre, mostrando un enfrentamiento
a sí mismo por ser un familiar tan cercano, y una contraparte del deseo al ser
mujer, lo que implica la eterna batalla entre la destrucción de las pulsiones desatadas,
y la creación de nuevos caminos por elecciones.
En el número final del tercer
volumen, Morana finalmente porta el traje de Spawn, quien decide vengarse de Al
y Wanda por creer que ellos la abandonaron a su suerte como basura (si, además
Lord Mammon llevó a Wanda, su hija Cyan, una bruja joven llamada Nyx, y a Al
ante Morana). La batalla no es lo que me entretuvo, ya que finalmente,
combinando los poderes de Cyan con los de Nyx, logran encerrar a Morana y a
Mammon con un poderoso hechizo de contención, dejándolos así para toda la
eternidad. Una vez el conflicto terminado, Nyx se dispone a irse junto con Cyan
y Wanda, pero Al se niega a irse. Ustedes preguntarán, ¿pero por qué? Volvió a
la normalidad, libre de la maldición, puede volver con Wanda nuevamente, ¿por
qué carajos se niega si es lo que quería desde hace como 183 número atrás? Les
dejo las imágenes del destacado final de Al Simmons, para que ustedes deduzcan
porqué decidió dejar ir a Wanda.
¿Lo pueden ver? Al finalmente aprendió
lo que no pudo aprender en tantas aventuras, durante tantos momentos. Si, el
volvió por amor, pero finalmente comprendió, por muy doloroso que resulte, que
el acto de mayor amor que podría darle a Wanda…era dejarla ir. ¿Por qué? Pues
porque esa parte de su vida había terminado, y ahora debía hacer una nueva
vida. Aceptar algo para seguir adelante, ¿a quién no le ha pasado eso?
. . .
Érase una vez, en un lugar muy lejano, existió un hombre cuyo gran
corazón estaba dominado por una profunda tristeza; tal tristeza, llegaba a tal
grado de que, ante ojos inocentes, adoptó el apodo del hombre triste.
Por muy triste que estuviera su corazón, aquel hombre tenía el
potencial de convertirse en un héroe extraordinario. Ese deseo lo llenaba de
una gran ilusión, porque creía que esa era la respuesta para liberar el corazón
de su tristeza. Para ello, su gran tristeza se vio opacada por un flechazo
ardiente, cuando sus ojos se cruzaron con los de una hermosa mujer, terminando
los dos profundamente enamorados. En ese momento, el hombre triste pensó que si
se convertía en un héroe, lo haría para proteger a esa hermosa mujer; de esa
forma, la tristeza no lo acompañaría más.
Así fue como el hombre triste, motivado por su ilusión y su deseo de
proteger, empezó a entrenar y entrenar, a estudiar y estudiar, a luchar y
luchar, hasta que finalmente alcanzó a ser visto como un héroe por los demás;
empezó a vivir muchas aventuras, unas grandes y otras cortas, pero no hubo
ninguna de la cual no resultara victorioso. A veces el cansancio y el dolor lo
hacían retroceder, pero tan sólo con ver la sonrisa de su amada, le daba la
fuerza suficiente para superar esa tristeza en su corazón, y seguir luchando.
Con el pasar del tiempo, las aventuras empezaron a volverse más y más
obscuras, por lo que el hombre triste no podía pasar mucho tiempo con su amada,
pero para él estaba bien, porque sentía que estaba haciendo un mundo más seguro
para ella. Cuán grande fue su tristeza cuando en una de esas aventuras…lo
alejaron terriblemente de su hogar, de sus amigos, pero sobre todo, de su
amada. Ahora sólo podía ver a su amada a lo lejos, a través de sombríos
callejones. Desde ese momento, el corazón del hombre triste empezó a volverse
más obscuro, la tristeza, se vio asediada por una ira profunda; el espíritu
valeroso de nuestro héroe comenzó a llenarse de odio y más odio, a tal punto
que se vio irreconocible ante él mismo. Sin embargo, debajo de toda esa
obscuridad, guardaba la pequeña ilusión de volver con su amada.
Contra viento y marea, contra demonio o ángel, contra dios y entidad,
el luchó, luchó y luchó, y siguió luchando con la única esperanza de volver
junto a su amada para seguir viviendo juntos. Después de tanto odio y rencor,
después de tanto sufrimiento y agonía, el héroe finalmente retornó a casa,
encontrándose con su amada por primera vez después de hace mucho tiempo. Ella
lloró al volver a verlo, y él sólo se quedó viendo su perfección; le extendió
los brazos tratando de llegar a él, pero el hombre triste simplemente dijo que
hubiera deseado ser un mejor hombre para ella. Ella se extrañó ante tales
palabras, mientras el héroe se iba alejando, a lo que ella volvió a llamarlo,
pero él sólo sonrió; era la primera vez que ella lo veía sonreír así, y por
ende, consiguió entender sus palabras.
Ella le mandó un beso, y dijo que siempre lo recordaría, a lo que él
afirmó, jurando que ya se sentía dichoso con ello. Por primera vez, el corazón
del hombre triste no latía con tristeza, sino con alegría, ya que si bien no
fue mejor héroe, pudo ser mejor persona. El miró hacia adelante, y no dejó de hacerlo,
hasta que aquella figura del hombre alegre con capa roja y armadura obscura, se
alejó por el firmamento, más allá de las estrellas. ¿Qué encontró más allá?
Sólo él lo sabe…sólo puedo decir, que por un instante, aquel hombre triste…fue
feliz.
Todas las imágenes del cómic, utilizadas aquí, son propiedad de sus respectivos autores y creadores.
Agradezco a la página How to Arsenio Lupin, que es de donde se obtuvo este material.
La utilización de éstas, es con el único objetivo de entretener.
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