sábado, 6 de febrero de 2016

Star Wars.

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…


No hay ignorancia, hay sabiduría.
No hay miedo, hay poder.
Soy el corazón de la fuerza,
Soy el fuego revelador de la luz,
Soy el misterio de la oscuridad,
En equilibrio con el caos y la armonía…
Inmortal en la fuerza.

Las palabras que lo iniciaron todo.
“El amanecer de los Jedi”.

“No hemos de encarar solos esta aventura, pues los héroes de todas las épocas lo han hecho antes que nosotros. El laberinto ya se conoce de principio a fin…sólo debemos seguir el camino del héroe. Y donde creamos haber encontrado una abominación habremos encontrado un dios. Donde creamos haber matado a otro, nos habremos matado a nosotros mismos. Donde creamos habernos salido del mapa, estaremos en el centro mismo de nuestra existencia. Y cuando creamos estar completamente solos, estaremos con el mundo entero”.

Fragmento introductorio del documental “El poder del mito”.


Es primordial que en estos tiempos obscuros, volvamos a esas historias sobre aquellas lejanas galaxias, donde descubrimos el nacimiento de tanto héroes como villanos, en un vaivén intermitente entre el caos y el equilibrio. Los saludo de nueva cuenta a todos ustedes, querido público de todos y ninguno, para enseñarles mi muy propia interpretación y análisis sobre las famosas películas de la guerra de las galaxias, el impacto que tuvieron en mí, y dejar demostrado de una vez por todas el porqué decidí abrir las puertas a este visionario proyecto, La jornada de todos los héroes.


Como ya he explicado en incontables ocasiones, este blog no sólo lo inicié para mostrar cosas que me gustan, sino también dar a conocer algunas creaciones mías, y expandir mis conocimientos hacia otros horizontes. Uno de esos horizontes, fue sin duda Star Wars, porque yo durante mucho tiempo nunca tuve maldita idea en qué consistía, ya que durante mi infancia, cuando compañeros de mi generación estaban atraídos por historias galácticas, yo me la pasaba viendo Power Rangers…en el espacio.


Creo que fue una gran decisión conocer el universo de la guerra de las galaxias hasta la adultez, ya que al tener un poco más de criterio sobre lo que me rodeaba y lo que veía, podía interpretar de manera más profunda los simbolismos propios de la historia, sin mencionar el tener una comprensión todavía más grande sobre las influencias claras que ésta tenía, y una de ellas, sin lugar a dudas, fue la Jornada del héroe, el monomito del gran experto en mitología universal, Joseph Campbell.


¿Qué es la jornada del héroe?, ¿por qué me detengo en ello?, pues puedo iniciar esta intrincada incógnita, con otra gran pregunta… ¿por qué Star Wars?, ¿qué es lo que nos provoca regresar a ella?, ¿por qué esta historia nos sigue llamando, a través de las estaciones?, ¿por la originalidad de su concepto?, ¿por la belleza en sus melodías?, ¿por la complejidad de sus personajes?, obviamente todo lo anterior, sin la más mínima duda, pero también esta magistral transformación de simbolismos antiguos en una visualización contemporánea, provocando una profundidad en la historia de tal magnitud, que no sólo permite la creación de un universo entero y único, sino el impacto de un mensaje, de una enseñanza que es inherente a todo ser humano desde el inicio de la humanidad.
Existen muchas sagas que se han vuelto conocidas a través de los años, como Matrix resaltando el problema de la caverna de Platón, Blade e Inframundo para el género de vampiros, Resident Evil, Terminator, Alien, Depredador, ¡en fin!, muchísimas de ellas, que igual poseen un impacto visual tremendo (algunas más que otras, no lo voy a negar), y tampoco diré que no posean cierto mensaje, pero la guerra de las galaxias, al poseer tanta influencia histórica, y el manejo de los significados de dichas influencias, es lo que ha permitido que esta historia sobresalga de entre muchas más.



La jornada del héroe, o también llamado Monomito, es el resultado de una ardua investigación llevada a cabo por el ya mencionado mitólogo y especialista en historias Jospeh Campbell, estudio ya mencionado sutilmente con anterioridad en algunos escritos, pero que aquí alcanza su cúspide. Lo que hizo esta persona fue estudiar, detalladamente, los mitos, leyendas e historias de varias culturas, de varias partes del mundo, y descubrió una secuencia o estructura inherente a todos los relatos habidos y por haber. Estamos tratando con la historia más antigua de la humanidad, el viaje de un héroe por terrenos desconocidos, cuyo desarrollo está dividido en tres grandes partes, que a su vez se dividen en muchos momentos: La partida, la iniciación, y el retorno.


La partida consta de este tránsito entre el mundo conocido del héroe hacia el mundo desconocido o el mundo mágico; al obtener éste el llamado de la aventura, alguna señal del mundo fantástico, se despierta en él una sensación de curiosidad, incluso familiaridad hacia esos extraños dominios. En algunas ocasiones, dicho héroe, recibe una ayuda, una especie de maestro que decide guiarlo en esa transición, aunque igual, llega a recibir sólo el rechazo del héroe hacia otros senderos, lo cual le genera ciertas consecuencias, o ciertas reflexiones, que le invitan a seguir por ese camino. Pero dicha transición nunca es sencilla, y menos cuando hay guardianes custodiando el primer umbral de transformación, representados en creaturas, personas, que más allá de reflejar algunos aspectos psicológicos y familiares en el héroe como la protección maternal o la destrucción paternal, son la primera representación de la aventura, la primera probada del mundo mágico, y la primera prueba a vencer. Dicho combate, dicho conflicto, hace entrar al héroe en un estado de auto-aniquilación y a una esfera de renacimiento, donde el personaje se enfrenta y se destruye encontrando un choque entre los aspectos inconscientes y conscientes de su psique, para que finalmente, lo lleven a la toma de una decisión que daría forma a todo ese caos, y le permitiera la superación de sus temores iniciales hacia los mundos imposibles. El héroe, al completar la transición, está dispuesto a continuar la aventura, aunque eso no implica que los cambios en él hayan finalizado, ni mucho menos los conflictos en el futuro.


La iniciación consiste en este auto-descubrimiento conforme se vayan librando determinadas pruebas. Para librarlas, el maestro de la aventura le concede a su alumno un arma mágica, una herramienta con la cual seguir, lo cual le permiten liberar sus poderes, entrenarlos, y probarlos tanto para enfrentar a algunos enemigos como para defender a algunos aliados. Conforme el héroe aprende, va enfrentando aspectos de sí mismo representados en diversas situaciones y en diversos seres que se le cruzan; reconoce su unión con la divinidad, encuentra tentaciones, se ve atosigado por sus más profundos miedos en una caverna obscura, hasta que inequívocamente se enfrenta a la representación culminante de los aspectos que lo mantenían hasta cierto punto encadenado, y sufre una transformación que lo eleva a la preparación definitiva ante su prueba final.


El regreso es el camino de vuelta al mundo conocido, a la tierra que lo vio nacer, y aunque duda a veces el perder lo encontrado, abandona ese temor al comprender que aquello que encontró siempre había estado consigo. Transita el umbral del retorno, volviéndose maestro de ambos mundos, el equilibrio triunfal de la jornada, concibiendo ambas tierras como un todo anidado en su alma, lo cual le permite vivir con entera libertad.
Dada esta explicación, me imagino que ya tendrán muchos de ustedes varios momentos detectados de la historia que nos ocupa en este momento. Así que, proseguiré a realizar un análisis, bajo tal perspectiva, y lo que fuera aparecer durante dicho proceso. Como para mí fue más sencillo entenderlo de esta manera, y siendo que esa forma es muy especial para aquellos conocedores de esta saga, iniciaré mi viaje con la primera trilogía de la guerra de las galaxias.

EL RENACER DE LA LUZ.


Episodio IV.
Una nueva esperanza.


George Lucas, el creador del presente universo, reconoció la influencia del trabajo de Joseph Campbell en su historia, por lo que el análisis que realizaré a continuación no es algo nuevo, ya que existen incontables artículos, tesinas y libros con respecto al tema de la jornada del héroe, resaltando el gran ejemplo que implica Star Wars para el monomito, y la mitología del héroe clásico en general. Sin embargo, esta vez es mi interpretación, por lo que trataré de abarcar todos los puntos necesarios, invitándoles a ustedes, querido público de todos y todos, que me señalen cualquier error o puntos de vista distintos, siempre y cuando sea así su deseo.
Esta gran historia comienza con Luke Skywalker, un joven granjero de misteriosa procedencia, quien sueña con salir de su planeta natal, anhelando todo un mundo de aventuras. Tal deseo surge al interceptar accidentalmente un mensaje de la Princesa Leia, quien unida a la rebelión, logró conseguir los planos de la estrella de la muerte, el arma más destructiva del imperio, la fuerza obscura y regente en la galaxia. Llevándole el mensaje a un viejo que vive apartado del mundo, conocido como Obi-Wan-Kenobi, y sufriendo la repentina muerte de sus familiares, se ve implicado en una travesía donde tendrá que llevar los planos a la rebelión, cueste lo que cueste, mientras va descubriendo los intensos secretos de la fuerza que anidan en su interior.
Esta primera película, de principio a fin, no sólo nos rebela los primeros pasos que ha transitado Luke en el viaje del héroe, sino que nos va arrojando varios detalles de vital importancia, que sirven para dejar en claro lo que se intenta transmitir. Aquí ya conocimos al héroe, Luke Skywalker, nuestro protagonista y el héroe dadas las circunstancias, no sólo por su potencial sino por el deseo que siente por vivir aventuras. ¿De dónde viene esa noción?, ¿de dónde vienen esas ganas?, ¿acaso ya es algo innato en él?, vemos como tales preguntas van cobrando cierto sentido al momento en que la familia de Luke, en especial su tío, le pide de manera autoritaria que olvide esos pensamientos, mientras que por el lado de la tía, ella sabe que este chico no se quedará siempre con ellos, ya que posee este noción de aventura en la sangre.
Ante el encuentro con los androides, y la transmisión del misterioso mensaje, vemos el primer elemento que arroja al héroe fuera de lo cotidiano, y cómo de manera natural, nos liga al advenimiento del maestro, el que guiará al héroe, que no es otro que el viejo Ben Kenobi. Conforme a ello, se empiezan a desentrañar algunas partes del pasado de Luke, como por ejemplo su padre, quién era antes del poderío del imperio y de los días obscuros. Vemos a Luke en conflicto al presentarse la oportunidad de salir de lo cotidiano, ante la carga y responsabilidad de tener una misión, alegando que tendría que volver con su familia, mostrando una característica muy humana: contradicción. Si, es contradictorio mostrar al héroe que primero sueña con la aventura y se niega al mostrar la oportunidad, ¡pero carajo!, ¿qué ser humano en este mundo no es contradictorio alguna vez?, debido a que es muy diferente cuando pensamos en el momento y vivimos en el momento. La llamada a la aventura fue obviamente lanzada, y evidentemente rechazada por lo que genera las primeras consecuencias en el camino del héroe: la pérdida de sus tíos.
Viendo que ya nada lo ata a su mundo, se da la oportunidad de acompañar a Ben y al resto, encontrándose con el contrabandista Han Solo, que junto a su inseparable socio wookiee Chewbacca, deciden prestar los usos del legendario Halcón Milenario para justicieros propósitos, dirigiéndose a lo que llamaríamos, el cruce del primer umbral.
La entrega del arma mágica, en este caso el sable de luz, arroja algunos datos acerca de la orden Jedi, y la manipulación de la fuerza, descrito como un gran campo de energía conformado por todos los seres vivos, y que mantiene unida a la galaxia. Sólo algunos pocos escogidos, son sensibles a la fuerza, debido a unos organismos microscópicos llamados Midoclorianos. Los Jedi son seres heroicos que durante muchos años mantuvieron la paz en el universo, sin embargo, uno de ellos se decidió pasar al lado obscuro (a qué no adivinan quién, he), y con ello, surgió el imperio galáctico, y toda una era de muerte.
Deciden rescatar a la creadora del mensaje, la princesa Leia, en los helados confines del enemigo. Luke es tragado por la estrella de la muerte, representando al héroe dentro del vientre de la ballena, esta esfera de auto-aniquilación, que le permite concebir la interacción entre la parte consciente e inconsciente de sí mismo, enfrentando peligros reales, y obteniendo conocimiento de ello para superar el obstáculo. La muerte y desaparición del maestro Obi-Wan-Kenobi ante los ojos de Luke, es la prueba del héroe, uno de sus momentos decisivos, debatiéndose acerca de si abandonar el viaje o continuar hasta el final. Aunque si vemos en nuestro protagonista lamentaciones por la muerte del maestro, igual existe ese sentido que le permite seguir, lo que se traduce en una primera transformación.
Entregados los planos de la estrella de la muerte, y con un plan que los respalde, Luke y compañía se lanzan al espacio, en una lucha de vida o muerte, por la supervivencia de muchos. El umbral está a la vista, pero varios guardianes lo custodian, siendo uno muy importante el mismo Darth Vader, un personaje del cual aún me estoy ahorrando mis argumentos, pero sobre todo, Luke se enfrenta a sus propios temores, acerca de no sentirse capaz de lograr grandes hazañas, pero al fluir con la fuerza, le permite hacer lo que se tenía que hacer. El héroe no puede cruzar un umbral a menos que esté listo para ello, y en muchas ocasiones, el héroe dudará si realmente está listo. Luke posee dudas pero logra sobreponerse al sentir la fluidez del poder en él, la esencia divina con la que nació, lo que lo motiva a tomar las decisiones pertinentes en el momento justo. El viejo Ben Kenobi se permitió ser uno con la fuerza, porque vio algo en Skywalker, que le afirmó que estaba listo para grandes cosas.

Episodio V.
El imperio contraataca.


Algo que podemos notar gracias a la Jornada del héroe, es que no sólo existe una transformación en el protagónico, y eso se refleja en los cambios que presentan otros personajes de la saga, siendo el contrabandista Han Solo, el primer ejemplo de este filme. De un jugador que sólo veía por sí mismo, poco a poco aprendió a ver por los demás, fungiendo a ser un aliado de Luke, un amigo para él, y un gran ejemplo del lógico equilibrio que se puede tener entre el lado obscuro y el lado luminoso cuando se han conocido ambas partes.
Con la destrucción de su mejor arma, el imperio galáctico, movido por Darth Vader, bajo las órdenes del emperador Darth Sidious, empiezan una búsqueda mortal a todas las bases de la rebelión, cosa que por el momento logra evadirse. Luke, con las indicaciones de su viejo maestro Obi-Wan, empieza la búsqueda del viejo maestro Yoda, quien entrenó a los Jedi durante generaciones.
Es muy común que en la jornada del héroe, exista un cambio de maestro, debido al potencial que tiene el héroe por explorar nuevos horizontes, y su conexión con el poder divino, el cual necesita guía para mantenerse en crecimiento continuo. La secuencia de entrenamiento es una de mis partes favoritas de toda la saga, no sólo por conocer más sobre el lado obscuro y el lado luminoso de la fuerza, sino la importancia simbólica que tiene en cuanto los conocimientos y la preparación de Luke, cosa impecablemente representada en el internamiento a la caverna obscura, donde se realiza una breve batalla contra Darth Vader, la cual culmina ante el descubrimiento de quien yacía bajo la máscara era él mismo. A lo largo de la mitología universal, la caverna obscura siempre ha representado nuestro interior más profundo donde yacen todos aquellos demonios que no queremos dejar salir. El fracaso en ese lugar no sólo representa un augurio de lo que muchos sabemos que sucederá eventualmente, sino que tenemos el simbolismo de que aquello que movió a Vader al lado obscuro, también existe en Luke, ese impulso, esa ira, y todos esos miedos.
En el momento en que él descubre que la vida de sus amigos peligra, decide abandonar el entrenamiento para ir a salvarlo, a lo que no sólo Yoda, sino que el mismo Obi-Wan-Kenobi, le piden que desista, ya que si respondía ante esos sentimientos, corría el riesgo de sucumbir a la obscuridad. Aquí vemos otro momento decisivo en el camino del héroe, porque aunque Luke si poseía esa imprudencia y ese ímpetu, también se le veía reflejado el amor por sus amigos, cosa que Yoda nota, y hace que por unos momentos se quede pasmado, a tal medida que al final le aconseja no olvidar sus enseñanzas si quería alguna posibilidad de salvarse.

Yoda.

Si interrumpes tu entrenamiento ahora, y elijes el sendero rápido y fácil, como lo hizo Vader, del mal un agente serás.

Obi-Wan.

¡Paciencia!

Luke.

¿Y sacrificar a Han y a Leia?

Yoda.

Si honras por lo que pelean…si

Obi-Wan.

Si elijes enfrentar a Vader lo harás solo, no puedo interferir

Luke.

Entiendo…

Paralelamente a la traición de un viejo amigo de Solo, y la posterior congelación del mismo, somos testigos del primer enfrentamiento entre Luke Skywalker contra Darth Vader, que aunque al primero si se le ve esta firmeza, ambos poseían niveles distintos, lo cual culmina en la amputación de una mano, el abandono de una parte de sí mismo, una muerte simbólica y el descubrimiento de una gran verdad: Darth Vader, es el padre de Luke. He aquí, posiblemente, el mayor conflicto en toda su jornada, y el elemento con el que seguramente muchos se sintieron más identificados. Al concebir al señor de la obscuridad como su padre, su progenitor, surge el conflicto al confirmar que aquello que movió a su padre hacia el lado del rencor, también existe en él, y a decir verdad, ¿cuántas veces no nos hemos visto en esa situación?, ¿cuántas veces no hemos visto a un ser cercano a nosotros sucumbir o enaltecer a aquello que más tememos?, ¿o que más odiamos? Un conflicto tan grande, que provoca que muchos, terminemos perdiéndonos a nosotros mismos, lo cual queda representado en Luke tirándose al vacío, hasta que al final, es rescatado por aquellos seres que él vino a rescatar desde un comienzo, lo cual, para mí, es una bella metáfora. Es cierto que el héroe está más que preparado para enfrentarse a un ejército de dragones, pero ante cosas más profundas, ante enemigos que atacan su alma, en ocasiones, es necesarios que alguien más lo rescate de ese mismo vacío.

Episodio VI.
El retorno del Jedi.


Una vez que el héroe ha descendido a los infiernos, una vez que Luke descubrió las verdades de su interior, y sobrevivió para contarlo, se marca el punto culminante de su preparación, que antecede a su hora más obscura, a la prueba definitiva en su viaje: la lucha por la libertad de vivir.
Comenzamos con el gran rescate de Han Solo, realizado por la princesa Leia, los droides RT2T y C3PO, el fiel Chewbacca, y por supuesto, el mismo Luke, cuyas hazañas en esta secuencia, más allá de ser un momento introductorio del filme, es una demostración certera de su camino como Jedi, dejando en claro que si bien hubo un gran riesgo de sucumbir al lado obscuro, esas dudas sólo volvieron sus convicciones más fuertes. Con la misión siendo un éxito, volvió a su antigua promesa de regresar con Yoda para culminar con su entrenamiento, cosa que por desgracia nunca llegaría a pasar, debido a que el viejo maestro Jedi, pasó a mejor vida, uniéndose completamente a la fuerza. Aquí el héroe vive una segunda muerte del maestro, de la figura paterna, del guía de la aventura, que funge igualmente como otra señal inequívoca acerca de una futura confrontación, la prueba final en su camino. También se hace una mención importante sobre cómo Luke no estaba preparado para afrontar la verdad sobre su padre, cosa que afirma lo antes dicho acerca de ser rescatado por otros para no perderse.
Por otro lado, siendo que hay muchos elementos que puntualizar, hace su primera aparición el emperador Darth Sidious, que junto a su aprendiz Darth Vader, planean el cómo introducir al joven Skywalker, a las artes del lado obscuro. Juzgando la apariencia del emperador, constatamos que la utilización del lado obscuro, aunque si presta un enorme poder, causa serias consecuencias al organismo, provocando un progresivo debilitamiento del cuerpo, representando una figura digna a la rabia y al odio. Pero en Darth Vader no ocurre lo mismo, ya que varios de sus miembros han sido reemplazados con máquinas, lo cual es una analogía digna a una de las máximas de Joseph Campbell, acerca de los resultados que un individuo tiene cuando no obedece a su propia conciencia, lastimándose a sí mismo, y compartiendo ese dolor con sus semejantes. Queda por sentado que el conflicto del reencuentro familiar no sólo quedó en Luke.
Mientras la alianza rebelde corría peligro de caer en una trampa elaborada por el emperador, durante el asalto final contra el imperio, nuestro Jedi estaba en el conflicto de sucumbir ante la ira en un posible tránsito al lado obscuro. Se desencadena la última batalla entre padre e hijo, luz contra obscuridad, donde Luke, en un acto impulsivo, logra derrotar a su padre, dejándolo fuera de la lucha, y cortando una de sus manos, al igual que éste había hecho con él anteriormente. Aquí el héroe cae en cuenta que ha sucumbido a esa parte interior de la cual fue consciente en su enfrentamiento en la caverna, en su descenso al infierno, por lo tanto, se detiene para recapacitar, y encarando al emperador decide permanecer en el lado luminoso de la fuerza. Viendo que su plan había fallado, el emperador decide terminar este conflicto, intentando matar a Luke Skywalker, pero sorpresivamente, Darth Vader, su padre, interviene, arrojando al emperador a un complejo profundo, provocando su aniquilación.
Cuando el triunfo parece al alcance de la alianza rebelde, muchos soldados del imperio intentan escapar, entre ellos Luke cargando a su padre, el cual terminó bastante herido debido a la energía negativa liberada por el emperador al momento de su muerte. En una emotiva escena final entre ellos, Anakin le pide que le quite la máscara para poder observarlo con sus propios ojos, simbolizando no sólo la reconciliación con el padre, sino la asimilación y aceptación de esta parte destructiva que los distanciaba, y les impedía un avance en su trayecto. Como culminación, el imperio fue destruido, la alianza celebra la victoria, y Luke se permite unos momentos a solas para vislumbrar a sus viejos maestros, al igual que a su padre, siendo uno con la fuerza.
Tal conclusión representa la libertad de vivir, el cómo el héroe ha resucitado con sus nuevos dones, siendo consciente de su unión con lo divino, con lo mágico, permitiéndose salvarse a sí mismo, y por ende, al mundo entero, contemplando tanto el mundo normal como el desconocido, como un todo que coexiste en una simbiosis constante, y que le ha permitido entender que las respuestas que buscaba, siempre estuvieron en su interior.

EL NACIMIENTO DE LA OBSCURIDAD.


Episodio I.
La amenaza fantasma.


Una nueva aventura da inicio, esta vez ubicada tiempo antes de la gran jornada de Luke Skywalker, donde conoceremos los orígenes del mismo mal, ¡así es!, tratamos la historia de lo que llevó a Anakin Skywalker, a seguir el camino del lado obscuro, y convertirse en el tirano Darth Vader; esta ópera espacial comienza así…

“La República Galáctica está sumida en el caos. Los impuestos de las rutas comerciales a los sistemas estelares exteriores están en disputa. Esperando resolver el asunto con un bloqueo de poderosas naves de guerra, la codiciosa Federación de Comercio ha detenido todos los envíos al pequeño planeta de Naboo. Mientras el Congreso de la República debate interminablemente esta alarmante cadena de acontecimientos, el Canciller Supremo ha enviado en secreto a dos Caballeros Jedi, guardianes de la paz y la justicia en la galaxia, para resolver el conflicto...”.

A lo largo de este filme vamos conociendo muchísimas cosas existentes en el universo de Starwars, que aunque tienen su importancia dentro de la narrativa lógica de la saga, también tiene su relevancia simbólica dentro de la jornada del héroe. En primer lugar tenemos lo que es la República Galáctica, este convenio entre naciones para mantener la paz en el universo y por otro lado tenemos a la orden Jedi, el conjunto de justicieros sensibles al poder luminoso de la fuerza, y que se encargan de imponer la justicia. Culminando obviamente con la existencia de los Sith, los Jedi malévolos que han seguido el lado obscuro de la fuerza, son quienes desencadenan el principal conflicto de la trama, pero sobre todo, hacen relucir la principal constante entre todos estos elementos: fragmentación. Notamos gracias a la actitud de determinados sectores como lo son la república Galáctica, la propia orden Jedi, la división del planeta Naboo en sus especies, y por supuesto, en el plantea Tatooine, que unión, en todo el sentido de la palabra, no vas a encontrar, de hecho, se siente, aunque se haya alcanzado cierta victoria dentro de la película, que un conflicto aún más grande está por venir.
También conocemos los inicios de Anakin Skywalker, y cómo el maestro Qui-Gon Jinn nota su potencial, además de introducir la profecía del “elegido”, aquél que traerá equilibrio a los aspectos de la fuerza, perspectiva que los maestros de la orden no comparten con el jovencito, y optan por no entrenarlo. La situación se complica ante el enfrentamiento contra el Lord Sith, Darth Maul, contra ambos Jedi, que luego de un intenso intercambio de golpes con los sables de luz, todo culmina con la muerte del obscuro, y desgraciadamente, con la muerte del maestro de Obi-Wan-Kenobi.
Viéndolo bajo la jornada del héroe, encontramos similitudes en los inicios de Anakin, como los había en Luke Skywalker, notándose este deseo por la aventura, pero igual estos miedos al abandonar el hogar conocido, a tal punto que el mismo Yoda en esta ocasión, se lo hace saber al ser probado por los maestros. Eso también se ve cuando al vivir, hasta cierto punto, la muerte del maestro, no lo siente tanto como el abandonar su familia, quedando en claro como el guardián del umbral puede presentarse bajo una figura materna.
Aunque cierta transición al mundo desconocido se haya logrado, las aventuras de Anakin apenas iniciaban, al igual que aún estaba el misterio de los dos, acerca de los Sith, ya que donde existía un aprendiz, también existía un maestro.

Episodio II.
El ataque de los clones.


“Hay inquietud en el Senado Galáctico. Varios miles de sistemas solares han declarado sus intenciones de abandonar  la República. El movimiento separatista, bajo el liderazgo del misterioso Conde Dooku, ha hecho difícil que el número limitado de Caballeros Jedi mantengan la paz y el orden en la galaxia. La Senadora Amidala, la ex reina de Naboo, va a regresar al Senado Galáctico para votar sobre la cuestión crítica de formar un ejército de la república para ayudar a los abrumados Jedi…”.

Como se puede ver con esta introducción, no fue una imprudencia concebir esta división del universo anteriormente, y recordando que la fuerza es lo que mantiene unida la galaxia, se convierte en un augurio argumental dentro de la película.
Han pasado diez años desde la amenaza fantasma, y al ver que la misma princesa Padmé Amidala corre peligro al ser perseguida por un misterioso personaje conocido como Jango Fett, por lo que el consejo de los Jedi le encargan a Obi-Wan-Kenobi para su protección, acompañados de un ya crecido Anakin Skywalker, quien empieza a mostrar signos de su impulsividad.
Esta es mi película predilecta de esta trilogía, debido a los conflictos que vive el Jedi en cuanto al amor desbordante que siente por la princesa, al igual que por su propia madre, que al presenciar la muerte de la misma, se presenta el momento culminante que da inicio al surgimiento de la rabia, la aceptación de los aspectos inconscientes dentro del vientre de la ballena; en ese momento, Darth Vader había nacido.
Surge la primera guerra clon, entre el ejército de clones de la república y las fuerzas separatistas del conde Dooku, mejor conocido como Darth Tyranus, el aprendiz del Lord Sith, Darth Sidious. Ante ello, todo culmina con la derrota moral de los Jedi al haber estado ciegos ante varias circunstancias, y la boda entre Anakin y Padmé en los lagos de Naboo. El matrimonio simboliza el triunfo del héroe en varias historias, y en este caso no es distinto, siendo que el Jedi abrazó el amor en lugar del odio, salvándose a sí mismo, y por ende, a su amada, sin embargo, eso también fungiría como una debilidad próxima.

Episodio III.
La venganza de los Sith.


“¡Guerra! La República se desmorona bajo los ataques del despiadado Conde Dooku, señor de los Sith. Hay héroes en ambos bandos. El mal está por doquier. En una maniobra audaz, el diabólico líder droide, general Grievous, ha entrado a la capital de la República y secuestrado al canciller Palpatine, líder del Senado Galáctico. Mientras el Ejército Droide Separatista trata de huir de la asediada capital con su valioso rehén, dos caballeros  Jedi dirigen una misión desesperada para rescatar al canciller cautivo…”.

La fragmentación alcanza su punto máximo en esta película, al momento en que viejos enemigos desaparecen, nuevas verdades estallan, transformando los finales de las guerras clónicas en los principios de una enorme tiranía. Anakin logra rescatar al canciller Palpatine con rotundo éxito, a lo que se empieza a planear el último asalto contra el general Grievous para culminar con el conflicto, mientras el Skywalker descubre que Padmé, su esposa, está esperando un hijo suyo.
Desde ahí acontece lo que provocará los futuros conflictos: la interpretación de las visiones. Anakin empieza a tener una especie de premoniciones que le avisan sobre el sufrimiento y muerte de su amada, por lo que se impone el objetivo propio de impedir tales eventos, algo que posee su continuidad al saber sobre la tragedia de Darth Plagueis, el sabio, cuya influencia es notable dentro de esta saga. Sólo algo le interesaba a Anakin de esa leyenda Sith: el poder para burlar la muerte, con el objetivo de salvar al amor de su vida.
Todo el caos se desata ante el descubrimiento de que el canciller es en realidad, el Lord Sith Darth Sidious, cuyas maquinaciones han corrompido a la república, desencadenando una nueva ola de matanzas contra la orden Jedi, eliminando a la mayoría. Al haber provocado la muerte de uno de sus maestros por el conflicto en sus convicciones, Skywalker, rendido ante sus propios sentires, a su temor de perder a su amada, no ve más opción que la de pasarse al lado obscuro de la fuerza, con el consuelo de obtener el poder para salvar a Padmé.
La última oportunidad de salvar el día se presenta en una siniestra confrontación entre el maestro y su alumno. Después de una larga pelea con los sables de luz, a través de paisajes caóticos, Obi-Wan logra mantener inmovilizado a Anakin, dejándolo a la deriva, dejando que se consuma en las llamas de su propio odio, reflejando la impotencia de sus errores que lo llevaron a ese estado. La impetuosa interpretación de ciertas visiones condicionó resultados terribles no sólo para el héroe en su jornada, sino también para el mismo mundo que intentaba salvar. Skywalker aún no estaba preparado para la responsabilidad de ser elegido, y la noción continua de sentirse preparado para un destino más grande fue lo que llevó a este Jedi a su propia aniquilación, como también a su posterior renacimiento, cosa que lo prepararía para su prueba más dura: elegir.


Deteniéndonos brevemente en este inmenso viaje por las películas de la guerra de las galaxias, hay muchas cosas que merecen nuestra atención. Existen en internet una legión milenaria sobre videos, escritos, imágenes, que nos van informando acerca de teorías, errores, y curiosidades de la saga, por lo que no creo que nos sea desconocida la existencia de paralelismos entre las cintas, refiriéndose a estas escenas que hacen alusión a otras escenas de películas anteriores.


Aunque muchos podrían notar estas escenas como un reciclaje o una repetición de la secuencia original, a mi entender, cuando se te presentan veintitantas veces en uno sólo filme, empiezas a comprender que no es coincidencia. Este método hace alusión a lo que hemos venido aprendiendo sobre la jornada del héroe, acerca de que este camino no es inherente a un solo individuo, sino a todos nosotros, en todos los aspectos; aunque los umbrales de una vida se manifiesten de diversas formas bajo la conciencia de cada quien, dichos umbrales existen, y siempre se transita por ellos a lo desconocido.


Otro de los aspectos muy debatibles en la saga es la existencia de la fuerza tanto por su lado luminoso como por su lado obscuro. ¿Qué es la fuerza? Ya lo habíamos dicho, un campo de energía formado por todos los seres vivos, que nos envuelve, nos penetra, y mantiene unida la galaxia. El simbolismo de la fuerza en las películas de Star Wars, bajo la perspectiva del monomito, es la conexión del héroe con lo mágico, con lo extraño, con la divinidad en sí, que conforme más deja envolver su ser con esa energía, más le permite una comprensión totalizada del mundo, y de sí mismo. De igual manera, es una representación esencial de una visión dualista al momento de elegir, y cómo esas elecciones te acompañarán el resto de tu existencia.
Yo con sinceridad no me considero para nada un experto en los simbolismos de estas películas, pero si he podido llegar a conclusiones convincentes, como por ejemplo, la utilización de sables de luz. Una vez pregunté, que si al tener tal dominio sobre la fuerza, ¿por qué la necesidad de luchar con espadas láser?, ¿no bastaba con reventarle la cabeza al enemigo o destrozar su cuerpo?, ¿o es acaso una cuestión de honor? Ante esta última pregunta descubrí que al presentar a dos adversarios tan fuertes en igual de condiciones, estas representando como tal lo que se intenta decir en esta historia. La guerra de las galaxias no es una historia acerca de quién es más fuerte o si existe un lado mejor, sino que tantas batallas representan los conflictos interiores que tenemos ante diversos aspectos de la vida, y cómo tendemos a caer en excesos, que nos obliga a tomar decisiones apresuradas. Ya desde el momento en que nos explican como los Sith utilizan la fuerza para sí mismos, y los Jedi la usan pensando en otros, vemos esta lucha de iguales en una constante búsqueda por el punto medio.


¿Por qué un personaje como Darth Vader nos impacta tanto? Pues, porque la figura de Anakin es bien el conflicto que tenemos todos nosotros como personas, como sucumbimos ante el odio, ante una rabia, ante la indiferencia, lo cual nos va destruyendo poco a poco. Yo puedo señalar dos ejemplos precisos sobre esta temática: Dragon Ball Z, y Yu-gi-oh.
En el primero, tomando a Goku como referencia, tenemos un personaje que no lucha para vencer a otros, sino para vencerse a sí mismo, y que en mayor o menor medida, lo ha logrado. Pero también, esta búsqueda constante de fuerza también puede destruirte, quizá no a ti mismo, pero si a los que lo rodean, recordando que en ocasiones ha abandonado a su propia familia para dedicarse a entrenar. Por eso a mí me encantan sus recientes películas, porque al tomar a un personaje que va derrotando a todo enemigo con el que se cruce, finalmente le ponen a uno que no puede derrotar. Durante DBZ La batalla de los dioses, Goku demuestra su frustración cuando lucha contra Bills, acerca de cómo le molesta que exista todo un mundo al cual no pueda acceder por sí mismo. Debido a ese fastidio, y consecuente derrota, él termina aprendiendo algo, diciéndose a sí mismo que no está hecho, que aún tiene cosas que aprender, y por eso acepta a Wiss como maestro.
Igual en La resurrección de Freezer, se le hace mención acerca de su exceso de confianza cuando pelea, denotado obviamente que la búsqueda de poder sin un propósito mayor termina destruyéndote, cosa que se demuestra cuando Freezer logra no sólo herirlo de muerte, sino que también destruye la tierra, al no haber tomado la oportunidad de eliminarlo. Actualmente parece que se está retomando esta crítica a Goku sobre no tomarse las cosas en serio, y cómo esto puede provocar un problema grave, aunque como siempre nos ha demostrado, su constante confianza ante la posesión de poder, termina equilibrada con su sentimiento de protección.


El otro caso, Yami en particular, durante la cuarta temporada, El despertar de los dragones, en el capítulo “El destino del faraón”, ante la amenazadora magia del sello de Oricalcos, durante un duelo el protagonista decide sucumbir ante esa obscura magia para poder ganar, rebelándose así su lado maligno. El episodio fue para muchos increíbles, y para mí, todavía más al ver a uno de mis ídolos caer en las garras del odio, ostentando dicho poder. El exceso en el caso de este personaje, fue su rectitud, lo que no le permitió estar preparado ante la obscuridad que anidaba en su interior.


Existen aspectos de la vida que por lógica a nuestros objetivos no deben experimentarse, pero tampoco se trata nada más de recorrer un solo camino o limitarse a una sola perspectiva. Bien lo dice el gran Lord Sith Darth Sidious apoyándonos desde las tenebrosas profundidades de la fuerza: “Si deseas entender un gran misterio, debes estudiar todos sus aspectos”. Durante la aventura, el héroe debe enfrentar varios aspectos de sí mismo, debe conocerlos, y saber que son reales, sólo eso conlleva a la preparación necesaria para superar determinadas pruebas. El odio, el temor, la ira, el dolor, son aspectos naturales del ser humano, y si los negamos, perdemos la oportunidad de salvarnos a nosotros mismos, porque impedimos una visión más grande de nuestro ser. De ahí retomo la profecía del elegido, aquél que traerá equilibrio a la fuerza, porque cuando hablamos de una profecía, yo la interpreto como el potencial único para realizar hazañas asombrosas que no sólo existe en una persona, sino en toda la humanidad.
Reitero que la visión del mundo no se limita en dos partes, porque los seres humanos, y la vida misma, poseen infinidad de aspectos vistos desde perspectivas aún más infinitas, pero si enaltezco el bello simbolismo de la fuerza con respecto al camino del héroe cuando se sumerge en el caos, y a partir de ahí comienza una búsqueda por el equilibrio.

EL DESPERTAR DE LA FUERZA.

Episodio VII: El despertar de la fuerza,

“Luke Skywalker ha desaparecido. En su ausencia, la siniestra PRIMERA ORDEN ha surgido de las cenizas del Imperio y no descansará hasta que Skywalker, el último Jedi, haya sido destruido. Con el apoyo de la REPÚBLICA, la General Leia Organa dirige una valiente RESISTENCIA. Desesperadamente busca a su hermano Luke con el fin de obtener su ayuda para restaurar la paz y la justicia en la galaxia. Leia ha enviado a su piloto más audaz en una misión secreta a Jakku, donde un viejo aliado ha descubierto una pista del paradero de Luke....”.

Aunque muchos fanáticos de la saga sintieron una gran decepción ante la nueva cinta, para mí, además de gustarme, pude reconocer en ésta muchísimas enseñanzas de Joseph Campbell, que la hacen una magnifico comienzo de la aventura.


La primera cosa que noté en los inicios del filme, luego de haberlo reflexionado, es sobre la existencia del libre albedrío, teniendo como ejemplo a uno de los personajes principales: Finn. La concepción y validación de las elecciones propias frente a las circunstancias que nos imponen presión de todo tipo, siempre ha sido debatible, en especial en nuestros días, pero la respuesta vino a mí, no sólo al ver tal proceso realizarse en un momento de iluminación, sino incluso de manera biológica y característica de nuestro organismo. El ser humano es una creatura tanto espectacular como terrible, debido a que su extraordinaria e inesperada evolución, nos permitió imponernos como la “especie dominante”, y poblar la tierra. Pero después de ello, al establecernos en sociedades, nos impusimos reglamentos, leyes a seguir para tener, por lógica, una mejor vida, aunque sabemos también, que para muchos, dichas leyes son inservibles al momento en que tratamos de equilibrarlas a nuestra conciencia. ¿Qué pasa cuando surge una insatisfacción?, ¿qué sucede ante una necesidad? La sociedad te provee de ciertos lujos para que desaparezcan, o al menos, te distraiga del asunto, pero cuando todo eso no funciona, ya que somos una humanidad muy grande y los casos existen, ¿qué sucede?, pues, en sí, antes de siquiera empezar a buscar, te imaginas lo que quieres, concibes dentro de tu mente aquello que te gustaría tener.
El libre albedrío es una respuesta lógica del ser humano, un proceso veloz tan imperceptible, que parece inexistente, ¡pero existe! Es cierto que cuando nos establecimos en sociedades, al recibir cierta educación al nacer, al tener ciertas condiciones, tomamos las cosas de nuestro entorno como las únicas realidades verdaderas, y eso se mantiene toda la vida, ¡sin embargo!, no dejemos de lado una de las mayores características de la humanidad: la curiosidad. ¿De dónde viene esta última? Bueno, sepamos que la curiosidad está ligada profundamente al pensamiento, y en esta, yacen todos nuestros anhelos, deseos y sueños. En la vida surgen muchas situaciones, no podemos decir que no existe cierto azar, por lo tanto, a veces se nos presentan, ¿cómo llamarlas?, oportunidades, horizontes aún no explorados, que aunque algunas enseñanzas te indiquen que no debes ir por ahí, tal prohibición despierta más tu curiosidad, y decides hacerlo. Las enseñanzas que recibimos de niño, aunque si condicionan parte de nuestro comportamiento, comprendamos que no fuimos concebidos a través de esas enseñanzas, no nacimos sabiendo lo que estaba bien o estaba mal, sólo nacimos con una esencia, la cual nos hacía curiosear el entorno, único detalle inherente a todo ser humano. ¿Estamos condicionados por un entorno? Por supuesto, sin embargo, eso no quita que a veces tengamos inquietudes, y obremos de acuerdo a ello, que decidamos de acuerdo a ello. El mayor caso de esto es Finn, quien a pesar de haber recibido un condicionamiento por parte de la primera orden, decidió salir de ella para ayudar a los rebeldes, y vivir nuevas aventuras, nuevas experiencias, y nuevos horizontes. Hubo curiosidad, pero también supo discernir sobre lo que hacía, y eso lo motivó a tomar la decisión que le permitió ser libre. Con tan sólo mostrarse en medio del desierto, aunque refleja esta perdición en un mundo nuevo, igual refleja cómo deja un mundo conocido atrás.


Por otro lado tenemos a Rey, el personaje que me hizo reflexionar sobre el merecimiento de los dones. Una linda chica que a diferencia de sus antecesores, Anakin y Luke, aunque si tenía la remota esperanza de que su familia volvería a por ella, no tenía ninguna intención de vivir aventuras, aunque era claro que había nacido para ello. Es la representación de la heroína que rechaza el llamado de la aventura, y esto le trae consecuencias graves, no sólo a su entorno, sino a ella misma. Conforme van pasando los acontecimientos, sus habilidades durante los conflictos crecen enormemente, llegado al punto de descubrir su conexión con la fuerza, lo que la mueve a aceptar el sable de luz, el arma mágica, para enfrentarse a Kylo Ren.


Y finalmente, tratamos con Ben Solo, hijo del antes contrabandista y ahora héroe de la rebelión, Han. Al igual que Rey, el igual es sensible a la fuerza, sólo que contra todo pronóstico, decidió pasarse al lado obscuro como un aprendiz Sith, sin embargo, continuamente se le ve un conflicto interior, una constante atracción hacia la luz, por lo que decide borrarla con el acto que dejó a todos helados durante el estreno: el asesinato de su propio padre. ¿Qué sucederá con Kylo Ren?, ¿qué sucederá con la rebelión? Sé que muchos pueden sentir como huecos argumentales la falta de aclaración de algunos elementos durante la trama, pero en realidad, es más bien dejar los detalles al aire que se verán iluminados, y adquirirán un sentido cuando veamos el resto de la historia. No juzguemos una pintura si no está terminada.


Con esta última conclusión, daré por terminada esta jornada por ahora. El universo de la guerra de las galaxias, no sólo en las películas, sino también en los cómics, sus extensiones literarias, y todas su representaciones paródicas y divertidas, está plagado de simbolismos que nutren un aprendizaje superior, del cual, me alegra haberme empapado aunque sea un poco.

Recordemos que en la serie "Súper escuadrón ciber monos híper fuerza ya", el personaje del alquimista, en su búsqueda por el poder, terminó transformándose en el rey esqueleto, obvia representación de Anakin como Darth Vader.
Este especial fue un momento épico para muchos, al ver los simbolismos de la guerra de las galaxias con el característico humor de los hermanos inventores.
No debería sorprenderles que pusiera esto por aquí.
Todo recordaremos estos momentos.
Mis viajes por estos horizontes me dejan satisfecho, pero sobre todo, con una mayor ambición de conocer todavía más. Sin más que decir, por el momento me despido. Mi nombre es Maximilian de Zalce, el Guardián eterno, y espero que hayan disfrutado de mis palabras tanto como yo he disfrutado escribirlas para ustedes y para mí; gracias por su atención.



Ninguna de las imágenes aquí ocupadas me pertenece en ningún sentido.
Su utilización es con el único objetivo de demostrar y entretener.
Cada imagen pertenece a sus respectivos creadores.
Estando todo aclarado, me despido.

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