EL JUSTICIERO DE LAS
SOMBRAS.
Los saludo nuevamente, público de todos y ninguno, una vez
más en mi ridícula obsesión por el pasado, y la exploración de caminos banales
y tortuosos. Disculparán ustedes esta verborrea, pero aprovecho estos instantes
para recalcar que esta empresa designada a por películas un tanto olvidables,
que hemos visto en este espacio desde hace ya algún tiempo, sigue realizándose
por propósitos más elevados. No me gusta contradecirme porque, como sólo
algunos recordarán, prometí hablar a posteriori sobre las películas de la saga
Blade, basadas en el cómic del mismo nombre, producido por la casa de las
maravillas, Marvel cómics. El tema que nos ocupa es ya bastante viejo, en
estándares de avance, por lo que intentaré ser lo más breve posible. ¿Qué es
Blade? En sí, la historia de un héroe vampiro, que intenta por todos los medios
detener a los de su propia especie, en sus planes de dominación mundial.
Tal como otras películas de su índole, posee un moderado
impacto visual, resultando entretenida para muchos, incluso divertida, pero
careciendo de un contenido que haga de este filme algo perdurable. En sí, como
he insinuado antes, las películas me gustaron, en su momento, pero cuando volví
a verlas, por motivos de este proyecto, e investigación, no pude evitar sentir
que más allá de acción bestial y frases notorias, las propias películas, la
historia en si, no lograba engancharme.
La primera película se me hizo interesante, debido a las
secuencias de peleas, la propia arrogancia de la especie vampírica, y los
conflictos que vivía el héroe por su parte monstruosa, pero no puedo rescatar
algo más allá que lo ya tratado en muchas ocasiones anteriores con este tipo de
películas.
La segunda película, debo decirlo, me gustó mucho más que la
anterior, no tanto por la trama desde los inicios, sino por su misma
conclusión, siendo el momento cercanamente más conmovedor que ha tenido el
personaje, aunque desgraciadamente éste se olvide, volviendo a sus aventuras y
cacerías.
Y la propia culminación de la trilogía, fue la película de toda
la saga, que menos me gustó, sintiendo, que ahora cabe decirlo, actuaciones
forzadas, ilógica argumental, y un villano terrible. Ni siquiera tratando a
Drácula en su forma más bestial sirvió para despertar mi interés, ya que
dejaban de lado todo el trasfondo implicado en este gran personaje de la
literatura, y eso le quitaba mucho ambiente a la película.
Sentí, en mi honesta opinión, que las películas de Blade
iniciaron de una forma aceptable, pero poco a poco fueron decayendo hasta su
trágica detonación, con resultados poco satisfactorios para la audiencia. Debo
argumentar, claro, que el personaje me gusta, manteniendo en él, cierta esencia
a lo largo de todas las cintas, pero sin proyectarme algo de mayor importancia
que el eliminar a tus enemigos con dureza y rapidez.
Es cierta aquella máxima que versa sobre el crecimiento
humano: mientras más sabes más triste te pones, al darte cuenta de muchas
cosas, sin embargo, es una hermosa sensación el aprender a detectar lo
funcional de lo disfuncional, en propósitos de la elaboración de alguna obra,
porque en el proceso de creación, eso hará la diferencia para que el mensaje
llegue fuerte y claro no sólo a otras personas, sino a ti mismo. ¡Ah, caray! No
sé qué más decir, sólo afirmar nuevamente, que todo, será aclarado en lo
sucesivo. Esto sería todo por mi parte, así que, no olviden que yo soy
Maximilian de Zalce, el Guardián Eterno; agradezco su amable atención.
Ninguna de las imágenes
me pertenece en ningún sentido.
Su utilización es con
el único fin de enseñar y entretener.
Todas son propiedad
única de sus respectivos creadores.
Sin más que aclarar,
gracias por su atención.
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