lunes, 26 de octubre de 2015

Algunas calaveras.

CALAVERITAS.
Día de muertos y santos.

Muy buenas a todos aquellos atentos a mis palabras; no sé qué tan cierta sea esta cuestión, pero intuyo que aún a la fecha, en nuestro país, o mejor dicho, en la mente de muchas personas, existe un terrible conflicto sobre lo que implica tanto el día de muertos, como el día de todos los santos, noches que en determinado momento de la historia, fueron concebidas como momentos de gran poder y celebración, ya sea a manera de rituales o a manera de ofrendas. Para ser sincero, ambas celebraciones son de mi agrado, porque en mi familia, siempre ponía una ofrenda antes de ir a pedir dulces, disfrazado de hombre lobo. A mi parecer, todo ser humano tiene el potencial de vivir ambas tradiciones a su máximo esplendor, independientemente de la zona geográfica en la que hayas nacido. Aclarado este punto, y como me encanta complicarme la existencia, quiero compartirles tal como dice el título, una serie de calaveritas propias hechas por mí, de mis personajes favoritos del cómic. Honestamente, no me considero experto en escribir calaveritas, pero hacerlo para mí es muy disfrutable. Así que con ustedes, les presento este trabajo.

SPAWN.


Del infierno salió, y del infierno se liberó.

La muerte se entera, y al engendró siguió.

“Este ya no es tu tiempo”, sentenció la calaca;

“Largo de mi territorio”, respondió él con calma.

Y tras las sombras ocultarse,

Su voz le explicó sin apresurarse:

Mía es esta maldición, las cadenas me retienen,

Pero ni el poder de mil dioses pudo contenerme.

Por amor volví a la vida,

Y mi alma se sintió perdida.

Yo no respondo ni a cielo ni infierno,

Pues soy la tercera fuerza, que hace justicia en este juego.

Que las almas respondan ante sus decisiones,

De lo contrario, intervendré sin vacilaciones.

En este día de espíritus, leyendas y otras cosas,

Hay algunas almas, que no son ni una ni otra,

Y a todos aquellos entes tan bravos,

Es más sabio comprenderlos y respetarlos.


SANDMAN.


Sueño y muerte son hermanos que se quieren;

Hicieron un último juego antes de la despedida,

Y ella muy sonriente,

Inició la gran partida.

Ella es agua, ahogadora de esencias;

Él un paraguas, que destierra las tormentas.

Ella es fuego, que destruye los refugios;

Él es hierro, resistente a disturbios.

Ella es tierra, creadora de terremotos;

Él es una mosca, traviesa entre destrozos.

Ella es viento, domadora de aleteos;

Él es tornado, la ira de tal elemento.

Ella es el tiempo, manipuladora de los instantes;

Él es la locura, quien desconoce tal arte.

Ella es esperanza, portadora de vida;

Y él, es la duda, su destructora enemiga.

Para Sueño derrota, y Muerte fortuna,

Al decirse ella el amor, el fin de todas las dudas.

Sueño y muerte son hermanos que se quieren,

Siempre sonriéndole de todo corazón,

Y al dejarse envolver por tal suerte,

Benévolo fin, para el cansado soñador.


LUCIFER.


Aquél que cayó, estrella del alba,

Su orgullo lo opacó, y al infierno renunciaba.

La muerte lo visitó,

Y Lucifer nada mencionó,

Pero ella lo abrazó,

Y con tal gesto convenció;

La libertad es lo que anhela,

Ir más allá del gran creador,

Y la muerte con ocurrencia,

Un trato le contó;

“A cómo yo lo veo, tienes de dos sopas;

O te casas conmigo o a tu condición te sofocas,

Porque sólo en mi terreno, encontrarás esa plenitud,

Pero a tal camino, eliges sólo tú”.

Aquél que cayó pensó y pensó,

Y al final, con un resoplido contestó;

“Mía es esta vida, y nunca te pertenecerá”.

E inmediatamente, al vuelo se echó sin más.

Y mientras el ángel alcanzaba el mañana,

La muerte sonrió al ver,

Que le funcionó jugar con maña,

Y dando saltos se fue.


KICK-ASS.



El pequeño vigilante, su ronda hacía,

Pero de pronto ante él, la gran muerte aparecía.

“He venido por ti”, dijo con voz de miedo.

Mientras Kick-Ass le decía “¿Qué pedo?”

Sacó sus bastones para poder pelear,

Pero con su gran oz, las cortó a la mitad.

El héroe salió corriendo,

Y la calaca lo alcanzó con gran estruendo.

Él le preguntaba, “¿Porqué me haces esto?”,

Y ella decía, “Por chaparro y travieso”.

“¡El mundo necesita héroes!”, finalmente exclamó,

Y la catrina conmovida, solemnemente lo soltó.

Dave se quitó la máscara, y le agradeció a la muerte,

Cosa que a la inmortal, le agradó enormemente.

Dándose un fuerte abrazo,

La muerte le susurraba,

“Yo me llevo a los traviesos,

¡Y tú a lo de la mafia!”

Entre risas y promesas,

Ambos se dan la despedida,

Él patrullando callejuelas,

Y ella cuidándolo desde arriba.


HULK.


Aquél científico, con verde maldición,

Una tarde la calaca, bien lo visitó.

“¡Te vienes conmigo! Por grandote y enojón”,

A lo que Banner se negó,

Y la muerte alzó su oz;

Con posición de combate, la muerte se lanzó,

Y Banner paciente, un alto le marcó.

Con astucia le explicó,

Pero nada la convenció,

El buen Bruce se impacientó, y la catrina le reclamó,

“¡Ni empieces de cabrón!”

Pero Banner le dijo: “Siempre lo estoy”.

Con una transformación,

La furia verdosa apareció;

El gigante verde se impuso ante la muerte,

Y ella dijo, “¡No te me alebrestes!”.

La muerte le dedicó una sonrisa falsa,

Pero sólo recibió un, “¡Hulk Aplasta!”.

El día concluía, y la tripa ya rugía;

El poderoso héroe se fue dando saltos,

Mientras la calaca desarmada, se quedó ahí llorando.


ASH J. WILLIAMS.


El ejército de las tinieblas, se alzó nuevamente,

Cosa que a Ash, lo frustró severamente.

Aquellos demonios estaban por todos lados,

Y Ash no sabía cómo salir de este fiasco,

Aún así mostró un rostro confiado,

Blandiendo motosierra y escopeta en mano.

La muerte apareció con gran temple,

Cosa que Ash ignoró totalmente.

La calaca le susurró, “Morirás, pequeño loco”,

A lo que él dijo, “Ven por un poco”.

Golpes y patadas había en todo momento,

Y un pequeño plan terminó su tormento.

Usando el necronomicón, un círculo creó,

Y a todos los demonios,

Al abismo lanzó.

La cabeza de la muerte, quedó en la fría tierra,

Y Ash con su escopeta le dijo,

“Saluda al rey, muñeca”.

Un disparo terminó con la catrina,

Para el camino retomar,

Y el elegido se fue a disfrutar,

Siendo el héroe que salvó el día.


LINTERNA VERDE.


Hal y Siniestro luchaban en Oa,

Cuando la muerte apareció, y les dijo que llegó su hora;

Siniestro, enfadado, atacó a la catrina,

Mientras que ésta, bien fácil, lo aniquiló sin prisa;

Hal Jordan, con voluntad, retó a la muerte,

Y ella, en respuesta, sólo rió muy fuerte;

Mientras él decía: “En el día más brillante”

La catrina lo embistió con un mortal ataque;

“En la noche más oscura” repitió el de verde,

Cuando con un puñetazo, lo dejó otra vez como tapete;

“Ningún mal escapará a mi vista”, gritó desesperado,

Y la muerte con furia, le corto la otra mano;

“Quien adore el poder del mal”, exhaló el oficial,

Y de una patada, la muerte lo derribó sin vacilar;

“Tema mi poder”, dijo decidido,

“¡La luz del linterna verde!” Gritó sin desvarío;

La luz envolvió a la muerte, dejándola en el olvido,

Y Hal riendo dijo: ¡Con voluntad, siempre te he vencido!

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