1
Las letras son el
sentido de la existencia.
“La
mente crea universos. El ir y venir de un pensamiento, fragmenta la realidad en
tantas posibilidades, como sombras y luces provoca un atardecer en una
habitación mundana, donde una mente percibe tal espectáculo como una infancia
conformada por sueños y pesadillas”.
Maximilian de Zalce.
Al mirar mis manos, sólo puedo ver en
ellas las cicatrices de toda una vida, el comienzo de una agonía que he tratado
de ignorar. Miro las manos que alguna vez empuñaron sentimientos, emociones,
ideas que he querido plasmar con libertad y orgullo. Miro las manos que alguna
vez tuvieron las ganas de crear historias, de hacer nacer realidades infinitas.
Pero al mirar esas manos, esas manos que silencian un grito sombrío en medio de
la noche en una habitación cerrada, sólo me permiten sangrar la verdad que
durante varios días he evitado, una verdad que se pudre a cada momento que la
mantengo en mi pecho…una verdad, mi única verdad: he fallado.
¿Cuántas
posibilidades tiene una letra, un sonido, un aroma, un movimiento? ¿Cuántos
universos crea una palabra dicha, o no dicha? ¿Cuántos mundos nacen o se
destruyen a causa de nuestras acciones, a causa de una elección? La realidad
deber ser el caos mismo, un conjunto de decisiones que chocan constantemente
entre sí, una energía que se mantiene salvaje, indómita, evolutiva, que cambia,
se mueve, ataca, regresa, suspira…y luego se va a completar ciclos como las
mareas que conforman el tiempo y el espacio. ¡Ah, dulce caos! Tu que
desenmarañas y entretejes la realidad, el ahora mismo, lo divides, y causas
tantos nacimientos a la vez, tantos nacimientos que no podemos ver, que no
podemos presenciar con ojos terrenales, pero con ojos de sueños, saboreamos
todos esos mundos imposibles, todas esas zonas de lo que será y aún puede ser.
Es bellísimo, sublime, como la mente más inocente puede crear los universos más
retorcidos.
La
realidad es el caos en constante búsqueda de equilibrio, ya que éste no supone
la muerte del primero, sino su contemplación esplendorosa, en todas sus formas
y tiempos. Caos y equilibrio, los dos hermanitos de la existencia, la pareja
conyugal de la realidad, los amantes eternos en aparente conflicto cuando en
realidad se mandan por lo bajo cartas de amor y deseo mutuo.
Y
el ser humano…si el caos y el equilibrio son amantes, el humano sería sin duda
su vasta descendencia, cuya principal naturaleza es la de elegir, ¡elegir!,
para causar movimientos, ideas, acciones y momentos que sólo forman más
posibilidades en todo su entorno, y poder viajar a todas ellas por medio de la
mente, por medio de su imaginación, de su sentir, de su pensar…cerrando los
ojos, y percibiendo la entrada directa hacia el infinito.
¿Cuántas
posibilidades tiene una letra, un sonido, un aroma, un movimiento…? Infinitas,
abundantes, eternas, hermosas, ya que el caos se expande, crece, evoluciona,
estalla, vibra, vuela, creando más historias, momentos, recuerdos, mundos…y
todo ese venerable espectáculo empieza, al son de formar una pequeña letra
sobre un pedazo de papel, donde comienza la ilusión, el anhelo de un viaje, que
no termina nunca…sólo vuela, vuela…y sigue volando.
“Entre
ensayos y poemas, entre verdades y mentiras, entre el sentir y el pensar, la
única realidad que es tu ahora, te llevará a la esquina más alejada del
universo, donde te encontrarás a ti mismo”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Con gran placer leeré cualquier comentario y crítica. Agradezco tu tiempo.