Superhéroe.
La humanidad se
encontraba perdida, balanceándose en medio de un estrecho camino entre la
locura y la destrucción. La gente se encontraba condicionada la mayor parte del
tiempo: era violenta, indiferente, soberbia, pero sobre todo, llena de miedo.
No había mucha esperanza, pero a decir verdad, ¿qué es la esperanza en
realidad? ¿Un don? No lo sé, porque eso es lo que se necesitaba…dones…personas
con dones que ayuden a la humanidad en su camino.
Reerc, la entidad
dadora, siempre asumía el papel de observador a los asuntos de la humanidad, y
aunque veía con indiferencia a la tierra y a todos quienes la habitaban, no
podía evitar cierto pesar dentro de sí; fue así que con oído atento, escuchando
las plegarias de la humanidad, hubo tres que le llamaron la atención al poseer
una esperanza más brillante que el resto, por lo que llamó a los autores de
dichas plegarias. Después de muchas confusiones, Reerc se explicó y como punto
final dijo que les cumpliría cualquier deseo.
Un primero se
acercó y dijo: ¡Gran Reerc! Quiero que mi cuerpo sea invulnerable y resista las
armas del hombre, ¿puedes cumplirlo?
“De que se puede,
se puede. Y se podrá. Ve ahora en ti la invulnerabilidad”
“Gracias” fue todo
lo que dijo antes de irse.
Un segundo se
acercó y dijo: ¡Gran Reerc! Quiero poder mover y controlar toda clase de
objetos y cosas con mi mente, ¿puedes cumplirlo?
“De que se puede,
se puede. Y se podrá. Ve ahora en ti la telequinesia”
“Gracias” fue todo
lo que dijo antes de irse.
Un tercero se
acercó y dijo: Reerc…quiero un poder que me deje salvar a la humanidad y que me
deje entenderla, ¿puedes cumplirlo?
Reer guardó
silencio. Miró fijamente al joven y le respondió tranquilamente: “Es extraño el
deseo que me pides, y por lo mismo no puedo cumplirlo”
“¿Por qué no
puedes?” dijo el tercero con asombro.
“Porque salvar a
la humanidad y entenderla son dos cosas distintas, y eso sólo lo entenderás con
el tiempo en que utilices el don que voy a darte. Ve ahora en ti la inocencia.”
“¿La inocencia? ¿Y
eso de qué me puede servir?” dijo el tercero entre indignado y preocupado.
“La inocencia es
un estado de desconocimiento, te permitirá ver al mundo poco a poco; sólo así
podrás entenderlo, porque el entendimiento es el mayor poder de todos, y cuando
tengas ese poder, podrás salvar al mundo.”
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