El guardián.

GUARDIÁN.

El guardián ha abandonado…

Lenguaje Urantia descargado…

Iniciando programa de escaneo universal. Escaneo completo. Lugar destino: Planeta Tierra.

Objeto a estudiar: Humanidad.

Revisión objetivo: Verificación del planeta atrasado del sector cuarentena y búsqueda del guardián rebelde encargado de NEBADON. Incluir información recaudada para presente investigación.

Nombre del guardián encargado: LUCIFER.

Número de búsqueda en el sector cuarentena: Séptimo año humani-terrenal.

He avistado las nubes Konkuardianas de Nabura, los espejismos extra-exóticos de Ferovia, como también he vivido en ser unitario los supra-encarnaciones de reproducción masiva de Ju-Ko 478; combates con los demonios del octavo sector Unfra, viajes por las nebulosas homicidas de Tol-Ki, el Dios de los rayos, y desafíos personales con alguno que otro semidiós enfurecido o guardián rebelde. “La fuente”, mi padre, el padre de todos, me ha bendecido con permanecer triunfante en cada uno.

Pero ahora enfrento el reto, quizá más peligrosa y destructiva de toda mi eterni-vida, de la cual, si cometo un error, podría significar no sólo la destrucción de mi esencia en el tiempo, sino la completa aniquilación de todo ser vivo en la realidad.

Yo antes nunca tuve un nombre, no lo necesitaba ya que mi nombre era la fuente, ya que soy (borrar último fragmento) era la fuente, era parte del padre y éste parte de mí…pero después del incidente que me llevó a esta misión, he decidido retomar mi nombre, y mantenerlo así en mis recopilaciones de información para que al final, dentro de la fuente, se me reconozca como el único que pudo salvarla, yo, Kuro.

Creía firmemente, como el padre perfecto ya lo sabía, que veríamos lo último del aquel guardián rebelde llamado Lucifer, el cual quiso alcanzar su perfección. Todo fue paz y armonía, siendo todos uno, hasta que finalmente, sin previo aviso, más guardianes se rebelaron, yéndose del lado del padre de todos, del padre que los cobijó, que los hizo a su imagen y semejanza. Poco tiempo después, el padre perfecto empezó a enfermar, y pensé, creí, y analicé, que yo podría ayudar al padre perfecto a alcanzar su gloria nuevamente, y para eso, necesitaba información.

Creí, que si viajaba al sector cuarentena, el lugar de confinamiento del guardián, mi hermano, Lucifer, y el universo que custodiaba, la parte original que se rebeló contra su creador, podrían encontrar pistas acerca de todo este drástico movimiento.

He observado a la humanidad durante poco tiempo, pero ese espacio me ha sido suficiente como para entender el porqué este sector se separó del padre de todos. El pequeño planeta tierra es un lugar de abundante vida, sin embargo, la pequeña humanidad que contiene es un cáncer, creando llamadas máquinas que succionan la vida poco a poco, tanto del planeta, como del mismo ser humano.

Con el concepto creado de “libre albedrío”, estudiándolo e investigándolo como su capacidad de elección, ha hecho de su especie una fuente de vida fragmentada, movidos por impulsos primarios, llevándolos por medio de acciones masivas de diversas escalas, hacia su propia aniquilación total. Rescato más los elementos conocidos como “emociones”, para un estudio más detallado.

Aunque la humanidad ha diseñado, a lo largo de su historia, diversos mecanismos de control, para mantener la conocida “imaginación”, bajo reglamentos y cifras de movimiento dócil y seguro, y que éstos no reflexionen acerca del también llamado “pequeño poder” para cambiar las cosas. Son ideologías y mecanismos bastante simples, por no decir primitivos. Sin embargo, aunque la mayoría de la especie se mantenga como bultos de carne ambulante, manejados por ideologías y mensajes construidos de manera específica, que generan una acción para mantener ciertos parámetros de orden en sectores llamados “sociedades”, existen un pequeño porcentaje, apenas un puñado de seres que pueden resistir esos mecanismos, entenderlos, y sentirse “libres” de ellos. Lo cual no es algo impresionante, sino rebeldía en empaque pequeño. Lo interesante es como son las emociones manejadas como instrumentos para crear tanto control como libertad, y como ambos, en cierto nivel de equilibrio, puede hacer que un solo ser, haga cosas, según el vocabulario humano, “extraordinarias”. Me tomé la pequeña libertad de hacer una exploración más cercana a la humanidad, con especial cuidado de no ser visto, para tomar pequeñas muestras de esos elementos etéreos metafísicos que son las “emociones”. Pero cuando sustraje de un cuerpo humano, el llamado “temor”, y haciendo un análisis riguroso de ese elemento, al parecer tenía propiedades…desconocidas, ¡¿Cómo podía ser concebible?! Supuso entonces, que el peligro, o parte de la enfermedad de la fuente, podría deberse a esas llamadas “emociones”, ya que eran éstas las que motivaban impulsos primarios, por lo tanto, “el libre albedrío”.

“Oda”. Sentí su organismo, no me impresioné al sentir al pequeño ser con base de carbono que apareció atrás de mí.

Volteé. Al recopilar mis últimas conclusiones en uno de las esquinas mundanas del interior de este planeta, en un sector sociedad, no me percaté de un pequeño individuo pensante cerca de mí. Nos miramos un momento, era de la categoría temporal “niña”, con una escala de vida a lo mucho de 10 años.

“¿Qué de hiciste al hombe del callejón? ¿Le dolió mucho lo que le sacaste del pecho?”. Debía irme, pero era interesante ver una de las emociones más interesantes del ser humano en acción: la curiosidad. Aun así no respondí, y preferí estudiarla.

“¿Edes un supededue?” me preguntó acercándose a mí. Estudié todos los fenómenos de la colectividad humana, y encontré entres mis datos a qué se refería.

“No. Un superhéroe es un arquetipo, un ideal dentro de la psique socio-cultural que marca un modelaje correcto de una nación de manera sublimada.”

“¡AAHHH! ¿Entonces qué edes?”

“…Un guardián de la fuente”.

“…Eso me suena a un superdedue”.

“…Debo retirarme”.

El encuentro con ese pequeño organismo me hizo analizar las posibilidades de obtener buena información de primera mano. No fue difícil encontrarla tiempo después, ya que pude atraerla a un lugar alejado del sector sociedad, e iniciar con las preguntas. Un organismo tan impulsivo como ella me dará mucha información.

“¿Qué son las emociones? ¿Cómo funcionan?

“ Buueeeeno, mi mamá dice que todos tenemos emociones. La alegría, la tristeza, el enojo, y eso es lo que nos vuelve humanos”.

“Pero yo no soy humano, soy un guardián de la fuente. No poseo emoción alguna”.

“¿No tiene emociones, señor guardián, osea, que no puede alegrarse, o enojarse”.

“No.”

“Mmmmm, eso debe ser triste” dijo con aire pensativo “A lo mejor si pudiera sentir emociones, pueda comprenderlas mejor”.

“Pero yo no puedo”.

“Déjeme ver…” se trepó en mí. Yo no me moví. Simplemente colocó sus labios sobre parte de mi rostro. Luego río. “¿Sintió algo, señor Guardián?”

“…No lo sé.”

Durante las siguientes semanas, ella me siguió dando una que otra enseñanza acerca de las emociones, cómo son percibidas por los seres humanos, cómo los percibía ella, además, siempre intentaba hacerme sentir algo. Poco tiempo después, empecé a detectar ciertos elementos dentro de mí. No me sentía como siempre. Pasaba casi todo el tiempo con Yessi, (borrar última anotación) con el organismo de escala de vida de 10 años, sin importar otros deberes de investigación. ¿Era esto que yo sentía, emociones? ¿Ahora estoy contaminado a los ojos del padre perfecto? ¿Es este el libre albedrío? ¿Esta es la razón por la cual Lucifer abandonó la fuente? ¿Por qué el padre perfecto nunca me habló de las emociones, ni lo que eran? Tenía muchas dudas.

Un día terrenal, como cualquier otro, sentí la pérdida, como si fuera una mera sensación de escalofrío en medio del espacio.

Pero yo sabía lo que era.

De un momento a otro, el pequeño organis… Yessi, la pequeña Yessi, dejó de vivir. Su corazón dejó de latir. Acudí rápidamente a la parte terrestre, sólo para descubrir que otro organismo, un ser humano, un hombre, le había ultrajado de manera sexual, para luego mutilarla con rapidez. No me tomó mucho tiempo escudriñar la mente del hombre, cada sensación, cada momento, cada ensordecedor grito de súplica de Yessi. Y con esto, con esta acción, con este impulso de la humanidad, por primera vez en lo que llevo de existencia, me he dado cuenta de algo que siempre había estado en mí.

Puedo Sentir…

Pero cuando mis manos guardianas están alrededor de su cuello, puedo ver fogonazos de su pervertido interior, y viendo mucho más hondo, me doy cuenta de una cosa. Este ser también tiene libre albedrío, también es un ser consciente que puede elegir, y eligió hacer lo que hizo. Me llevo a preguntarme, ¿cómo puedo hacerme pasar por Dios, padre de todos y de todo, fuente creadora de vida, juez y verdugo de las acciones de la realidad? ¿Cómo podemos culpar a alguien de elegir? ¿Cómo se puede juzgar al libre albedrío?  No se puede: uno sólo elije y sólo puede seguir eligiendo. Mientras hago estas indagaciones, miro hacia arriba observando la mirada de un juez-creador sobre mí, más allá de los cielos y el tiempo y le pregunto en mi idioma natal:

¿El guardián ha abandonado?